En los últimos días se están viralizando en redes sociales diferentes mensajes, e incluso un fragmento de documental con el logo de La 2 de RTVE, advirtiendo de que la erupción de Cumbre Vieja, en La Palma, causará un “megatsunami” que afectaría a la Península Ibérica y también a la costa este de Estados Unidos. Es un bulo que parte de una hipótesis científica rechazada por expertos. Las autoridades desmienten que pueda registrarse dicho tsunami.
La idea se apoya principalmente en las teorías de dos vulcanólogos, ambos procedentes del University College de Londres, Simon Day y Bill McGuire. A Day se le menciona junto a otro científico en el fragmento de documental con el logo de La 2 de RTVE que se ha viralizado. En dicho corte, que ha alarmado a muchos internautas, se afirma que el volcán de Cumbre Vieja “está preparado para desencadenar un megatsunami”.
La hipótesis del tsunami ha sido refutada por numerosos expertos geólogos y por las autoridades canarias. El Comité Científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (PEVOLCA) lo recordó el 17 de septiembre: “No hay datos que soporten esta hipótesis que carece de base científica contrastada”.
El propio decreto del PEVOLCA, aprobado en 2018, establece que es “improbable” que haya un tsunami: “La ocurrencia de un tsunami es improbable debido a la batimetría -disciplina que estudia las profundidades oceánicas- del archipiélago”.
"Para que se diera esto, tendrían que darse simultáneamente un terremoto de magnitud muy alta junto con una erupción con alto índice de explosividad”, cosa que no se está cumpliendo en esta erupción, “o bien que el edificio volcánico actual alcanzara en su crecimiento natural al menos más de 1.000 metros sobre la máxima elevación actual, por lo que tendrían que transcurrir más de 50.000 años”, explicó el Involcan en 2017.
El avance de la lava hacia el mar sigue muy lentamente, a solo 4 metros por hora. El frente de magma tiene un frente de 600 metros de ancho, alturas superiores a 12 metros y se sitúa a unos 2,5 kilómetros de la costa, según el satélite del programa Copernicus, de la Agencia Espacial Europea.
En total, son 166,2 las hectáreas que han quedado arrasadas hasta este jueves y 350 edificios han sido engullidos, según Copernicus, mientras que el presidente canario, Ángel Víctor Torres, cifra en 400 casas ya desaparecidas.
Más de 5.700 personas permanecen desalojadas y son una de las prioridades para las autoridades. Si ayer el Gobierno canario anunció la compra de 73 viviendas vacías en La Palma y la utilización de otras prefabricadas, este jueves la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), la Asociación Española de Banca (AEB), CECA y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC) se han comprometido a ceder inmuebles gratuitamente.