Los detenidos accedieron a un establecimiento de alimentación, apoderándose de 300 euros en efectivo después de amenazar a la propietaria con un cuchillo de cocina.
Los detenidos se apoderaron de una bolsa que otra cliente había olvidado, llegando a agredirla cuando esta se percató de lo ocurrido y trató de recuperar sus compras
Una llamada al 091 y la inmediata intervención de los agentes permitió sorprender al detenido cuando trataba de acceder a un vehículo estacionado en la vía pública.
De nuevo la colaboración ciudadana fue clave, ya que la intervención vino precedida de una llamada al teléfono de referencia para emergencias policiales del 091. Los policías lograron interceptar y detener a uno de los autores, continuándose con las investigaciones para tratar de identificar al segundo implicado.
Los empleados de un supermercado sorprendieron a una mujer que estaba escondiendo productos en su bolso. Esta mujer logró abandonar el establecimiento gracias a un acompañante que se enfrentó a los empleados, llegando a amenazarles y a golpear a uno de ellos que trató de retener.
Utilizaban bolsos preparados para que las alarmas antihurto no se activaran y realizaban varios "viajes" a la furgoneta para dejar las prendas de las que se apoderaban, calculando siempre los importes que portaban para que fueran inferiores a 400 euros