En la segunda novillada clasificatoria del XI Certamen Alfarero de Plata 2025, celebrada este domingo en la plaza de toros "La Sagra" de Villaseca de la Sagra, el protagonismo recayó exclusivamente sobre Alejandro Rubio, quien se alzó como el único triunfador de una tarde marcada por las complicaciones del ganado y la escasa colaboración de los erales.
Los novillos, procedentes de las ganaderías de Toros de Castilla —que lidió los ejemplares primero, segundo y cuarto— y Santiago del Pasil —responsable del tercero, quinto y sexto—, ofrecieron pocas opciones de lucimiento a los jóvenes espadas, condicionando el desarrollo de las faenas y reduciendo notablemente las posibilidades de éxito.
En medio de este contexto adverso, fue Alejandro Rubio quien consiguió destacar con una labor llena de actitud y temple frente al cuarto novillo. Su faena, especialmente lograda con la mano izquierda, se desarrolló con una notable cadencia en las series de naturales, sacando partido de un astado que, sin ser fácil, permitió hilvanar los momentos más toreros de la tarde. Esta actuación le valió cortar la única oreja del festejo tras una petición mayoritaria, lo que lo convirtió en el único novillero que logró tocar pelo en esta complicada jornada.
Pepe Martínez abrió la tarde con el primer novillo, uno de los pocos que ofrecieron alguna posibilidad, aunque la falta de compenetración entre toro y torero impidió que la faena tomara vuelo. Fue ovacionado por el público, que reconoció su esfuerzo. Más adelante, Clovis, representante francés en el cartel, dejó una grata impresión en el sexto, al que se enfrentó con entrega y disposición pese a las descompuestas embestidas del eral. Su actuación, cargada de actitud, fue premiada con una vuelta al ruedo tras petición.
El resto de la terna, integrada por Aparicio Romero, Juan Jesús Rodríguez y Bruno Gimeno, tuvo que lidiar con novillos de escaso recorrido, que no propiciaron faenas lucidas. Pese a mostrar disposición y entrega, estos novilleros no lograron conectar con los tendidos ni alcanzar cotas altas en sus actuaciones. Aparicio Romero escuchó una ovación tras dos avisos, Juan Jesús Rodríguez se marchó en silencio, y Bruno Gimeno fue ovacionado tras mostrar ganas sin recompensa clara.
La tarde dejó como resumen el buen hacer de Alejandro Rubio, que supo sobreponerse a las dificultades y ganarse el reconocimiento del público, posicionándose con fuerza en la competición.












