Un año sin Manolo Dégano

Hace ya un año. Eran las primeras horas del sábado 13 de abril de 2024 cuando el conocido empresario Manuel Dégano Visedo, de 62 años, fallecía en su domicilio y rodeado de su familia.

Todos sabemos que Manolo, como le gustaba que le llamaran, rezumaba alegría por los cuatro costados con cada persona que se cruzaba. Sus tarjetas de presentación eran la eterna sonrisa y la innegociable sinceridad, un cristal limpio hecho persona. Hoy –un año más tarde– su esposa María, y sus hijos Marga, Manu y Amparo, siguen recordándole con el cariño más exhacerbado, como a ellos les gusta quererse.

Ellos, que son nuestra familia también, junto con los miles de amigos que Manolo sembró por medio mundo mantendremos en nuestra mente a un hombre incansable como empresario, cumplidor de su palabra, una persona de conversación siempre deliciosa. Un excelente relaciones públicas, se afanaba en que a su alrededor, su gente, siempre estuviera bien atendida y en él encontrara esa solución imposible.

Hace un año, con el corazón roto, le definíamos así: “Responsable como pocos, ‘ponía las calles’ de Talavera cada mañana haciendo del madrugar una obligación y de la actividad frenética su bandera para siempre desembocar en el encuentro con su esposa, María, por la que siempre profesó absoluta admiración.

El orgullo por sus hijos fue otra de las facetas que adornaron a este amigo de sus amigos, porque así era. Padre abnegado pero justo en su proceder, nunca miró a nadie por encima del hombro y eso les enseñó a sus pequeños, a ser ‘personas normales’ se relacionaran con quien se relacionaran.

De la debilidad por el Atleti poco se puede decir. La elástica rojiblanca siempre estaba presente cuando de fútbol se hablaba y pese a que porfiaba –con su afán colchonero por delante– nunca discutía con ello como excusa. Sabía disfrutar de su afición como pocos y no tenía reparo alguno a viajar con los peñistas en el autobús, como uno más”.

Manolo se fue sin hacer ruido, como a él le gustó vivir, siendo sincero y con esa inocencia que hace que te quieran sí o sí. Desde aquel día, el vacío que dejó en todos los que le queremos es inmenso pero nadie se va si existe en nuestro recuerdo y esa verdad es eterna. Nunca podremos olvidar cómo quiso a este periódico, a La Voz del Tajo; siempre lo respetó, lo defendió, lo apoyó como pocos, contra viento y marea. Y esa es la razón por la que enviamos, una vez más y siempre, estas humildes líneas para María, Marga, Amparo y Manu, que saben que cuentan con todo nuestro apoyo. Porque en este rato llamado vida los sentimientos deben mandar, SIEMPRE EN NUESTRO CORAZÓN, amigo Manolo.

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