El próximo 12 de abril, Toledo vivirá un acontecimiento taurino de gran trascendencia, con el esperado debut con caballos de Pedro Rufo, quien se enfrentará a uno de los novilleros más prometedores, Marco Pérez.
Una cita que marca un antes y un después en la carrera de este joven de Pepino, que, con toda la responsabilidad de un debut tan significativo, se prepara con la ilusión de quien sabe que está dando un paso fundamental en su vida taurina.
Pedro Rufo no lo tiene fácil. Enfrentarse a la figura de Marco Pérez es una oportunidad de oro, pero también una prueba de fuego para un novillero que sabe que su debut está cargado de expectativas y de una gran presión.
"Es un día de mucho compromiso y mucha responsabilidad, pero también es un sueño hecho realidad", afirma Pedro, consciente de que este es el tipo de cartel con el que todo novillero sueña. Sin embargo, no es un debut cómodo, y así lo admite el joven torero: "No lo es. Pero me centraré en disfrutar del día y que pese lo menos posible".
El camino hasta este momento no ha sido fácil para Pedro. En su carrera ha tenido que lidiar con comentarios y dudas sobre su futuro, especialmente por su apellido, que siempre genera comparaciones con su hermano. "Muchas veces me han dicho que lo dejara, sobre todo cuando hablé de debutar con caballos", revela Pedro, que reconoce que su familia, a pesar de apoyarle, no ve con buenos ojos que siga los pasos de su hermano, quien ha sido una figura destacada en el mundo de la tauromaquia.
Pero a pesar de las dificultades, Pedro ha sabido mantenerse firme. El año pasado fue crucial para él. Toreó en plazas importantes como Sevilla, Albacete o Bayona, y aunque muchas veces se enfrentó a las dificultades de ser "el hermano de", el joven torero se dedicó a madurar y aprender. "Fue un año de madurez y aprendizaje", afirma, recordando lo que significó enfrentarse a tantas exigencias de forma individual.
El apellido Rufo, aunque no le dé importancia, ha estado presente en cada paso de su carrera, con las inevitables comparaciones. "No me importa. Lo que me gusta es ganarme los contratos por lo que yo hago en la plaza", asegura, sin dejar que las comparaciones le afecten. El torero ha demostrado que, por encima de todo, su pasión por el toro es lo que le impulsa a seguir adelante. "Las ganas y la ilusión de torear es lo que me llena, y me di cuenta de que me faltaba algo en mi vida, y eso era el toro", explica con la convicción de quien ha encontrado su verdadera vocación.
A lo largo de la temporada pasada, Pedro ha tenido grandes triunfos, pero también ha enfrentado dificultades con la espada, que le costaron algunas de sus victorias. Sin embargo, ha trabajado intensamente durante el invierno para mejorar en ese aspecto. "Este año voy a demostrar una gran mejoría con la espada", afirma con determinación, sabiendo que es uno de los aspectos clave para seguir avanzando en su carrera.
El apoyo de su gente, especialmente de Talavera y Pepino, ha sido clave en su camino. "Estoy muy agradecido a toda la gente que me apoya", asegura Pedro, sabiendo que el apoyo de su comunidad es fundamental para su motivación. Incluso, ha conseguido llenar más de un autobús para acompañarlo en la cita de Toledo, lo que demuestra el cariño y la ilusión que genera en su entorno.
Respecto a su contrincante en esta cita trascendental, Marco Pérez, Pedro es respetuoso y admirativo. Aunque no lo conoce personalmente, reconoce su prodigioso talento y todo lo que ha logrado en su carrera. "Es un prodigio, lo admiro y respeto por todo lo que ha conseguido", comenta Pedro, quien se prepara para dar lo mejor de sí mismo en un enfrentamiento que promete ser memorable.
Para el resto de la temporada, Pedro tiene claro que su objetivo es seguir madurando como torero, especialmente en las novilladas con picadores. Aunque el camino no es fácil, el joven de Pepino tiene la esperanza de que su actuación en Toledo sea un punto de inflexión en su carrera. "Ojalá que la novillada de Toledo sea importante para abrirme paso en el escalafón", afirma con optimismo.
Por último, Pedro destaca lo más importante para él: su personalidad como torero. "Mi forma de entender el toreo es muy artística y siempre ha brillado mi personalidad en el ruedo", dice, dejando claro que, por mucho que las exigencias del oficio cambien, nunca sacrificará su esencia. "Es muy difícil que cambie mi manera de sentir el toreo", sentencia.
Si (
No(
