El cantautor gallego Andrés Suárez vuelve a sorprender a su público con un nuevo trabajo literario. Se trata de una reedición ampliada de ‘Todavía más allá de mis canciones’, un libro que, según sus propias palabras, es “una corrección de su pasado y una revisión de su futuro”.
En él, ofrece 15 capítulos inéditos, 15 canciones acompañadas de su correspondiente intrahistoria y de colaboraciones de artistas y escritores del mundo de la cultura. En esta obra, Suárez se desnuda por completo y cuenta su verdad, desvelando cómo, por qué y a quién fueron dedicadas las canciones que marcaron su trayectoria.
Aunque se dice que una canción no debería ser explicada, él encuentra en este libro la oportunidad de rendir homenaje a quienes fueron su inspiración: “Al menos puedo honrar a las personas que a mí sí me hicieron canción”.
Suárez no se encasilla en un solo lenguaje creativo y se define con orgullo como cantautor, aunque a veces, confiesa, “se deja seducir por la literatura”. “La canción dura tres o cuatro minutos, tiene una estructura, una rima, un compás, una métrica, un ritmo. El folio en blanco es eterno si tú quieres”, reflexiona.
Para él, escribir un libro es un ejercicio completamente diferente al de componer una canción. Por eso, cuando su editor, Gonzalo Albert, le invita a sumergirse en la escritura, lo ve como una oportunidad para aprender, experimentar y jugar con la palabra sin sentirse limitado por estrofas o estribillos.
Elegir una sola canción entre las más de 250 que ha compuesto le resulta imposible, aunque hay algunas que le siguen emocionando profundamente. “Hay dos que me hacen llorar: ‘Teresa y Andrés’, que son mis padres, y ‘Rosy y Manuel’, que son mis abuelos”, reconoce. Cada una de sus composiciones es como una hija para él, y por eso prefiere no establecer jerarquías entre ellas.
Las redes sociales han sido su herramienta para anunciar esta reedición, y aunque reconoce su utilidad, también advierte sobre su impacto. “Como toda droga, bien utilizada puede sumar. El problema es el punto de la adicción”, señala. Aun así, valora la cercanía que le ofrecen las redes con su público, la posibilidad de saludar a seguidores de Perú o Argentina y sentirse un poco más cerca de ellos, aunque sea a través de una pantalla.
En su opinión, herramientas como la inteligencia artificial pueden ser aliadas en el proceso creativo si se utilizan con equilibrio, pero ve con preocupación cómo algunos artistas dependen exclusivamente de ellas para componer o escribir.
Sobre su esperado décimo disco de estudio, el artista no da demasiadas certezas, pero sí transmite la pasión con la que lo está creando. “No tengo ni idea de nada, solo sé que estoy obsesionado con la composición. “Me levanto cada día a las seis de la mañana con un verso nuevo, un acorde nuevo, me voy al piano, a la guitarra…”. Lo que sí tiene claro es que está dedicando a este proyecto incontables horas de trabajo, sin pensar en premios o ventas. “Para mí va a ser un disco muy bueno por el hecho de haberle dedicado tantas horas”, afirma. Aunque no se aventura a dar una fecha exacta, cree que verá la luz el próximo año.
En paralelo a la música y la literatura, Suárez también encuentra inspiración en su entorno más cercano. En un emotivo mensaje en redes sociales, compartió su participación en el ‘Proyecto Kan’, de la fotógrafa Valeria Cassina, que retrata el vínculo entre las personas y los animales.
En sus palabras, "la suma de los dos es mi equilibrio andante...., paseos entre tomillos y horizontes". Esa inspiración de cuatro patas tienen nombre y sin peludos: Boss y Bala, sus inseparables compañeros de vida, a quienes ya les dedicó un espacio en su segundo libro ‘A través de los ojos’. Confiesa que algún día el destino le arrebatará “su compañía”, pero mientras tanto, “cuenta los días en su nobleza”. “¿Qué nos importa el aplauso si ellos no esperan en casa?”, reflexiona.
FOTOS: VALERIA CASSINA
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