El investigador del Grupo de Combustibles y Motores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Magín Lapuerta, forma parte de una expedición científica en la Antártida que busca analizar el impacto de la actividad humana en el derretimiento de los glaciares y concienciar sobre la necesidad de proteger los frágiles ecosistemas polares.
La misión, financiada por el Instituto Antártico Chileno (INACH), tiene como objetivo medir contaminantes en nieve y aire, identificar sus fuentes y estimar su influencia en el forzamiento radiativo, un factor clave en el cambio climático, según explica Lapuerta.
Junto a Lapuerta, participan Francisco Cereceda, de la Universidad Técnica Federico Santa María de Chile, y Gonzalo Barcaza, doctor en Glaciología por la Universidad de Tsukuba (Japón). El equipo lleva a cabo muestreos de hielo, nieve y aire, así como estudios sobre aerosoles atmosféricos y carbono negro, una partícula que acelera el calentamiento global al depositarse sobre superficies heladas.
UNA EXPEDICIÓN DESAFIANTE Y TECNOLÓGICA
La misión, que comenzó el 1 de enero a bordo del buque científico Betanzos, ha recorrido la costa oeste de la península Antártica, accediendo a puntos de muestreo y bases científicas mediante lanchas, helicópteros, motos de nieve y caminatas.
El equipo ha instalado carpas-laboratorio con tecnología avanzada para analizar en tiempo real la interacción entre contaminantes y el entorno polar. Entre los puntos estudiados están las bases Carvajal, Yelcho, General Bernardo O'Higgins y Escudero, además de lugares como Prospect Point, Horseshoe y el glaciar La Paloma. La expedición cuenta con el apoyo logístico y la protección del ejército chileno, así como la supervisión del INACH.
Magín Lapuerta, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Ciudad Real, subraya la relevancia de esta investigación: “Los datos obtenidos podrían tener implicaciones globales en el entendimiento del cambio climático”. A pesar del progreso realizado, advierte que aún queda mucho por procesar y relacionar los datos obtenidos para extraer conclusiones definitivas.
Esta expedición es un paso más en el esfuerzo internacional por comprender y mitigar los efectos del cambio climático en los ecosistemas más vulnerables del planeta.