El Ayuntamiento de Madrid está a punto de empezar uno de sus proyectos más grandes: el soterramiento de la A-5, una de las principales entradas de la ciudad. Sin embargo, el plan presentado por el equipo del alcalde José Luis Martínez-Almeida para organizar el tráfico y el transporte público durante las obras ha generado muchas críticas y dudas.
El Ayuntamiento ha explicado que reforzará el transporte público para evitar atascos. Esto incluye poner un autobús más por cada línea afectada y crear dos autobuses lanzadera especiales que conectarán con Plaza Elíptica. También se ha anunciado que habrá algunos trenes extra en las líneas 5 y 10 de Metro de Madrid.
El problema principal será la gran cantidad de autobuses que llegarán desde municipios cercanos como Alcorcón, Móstoles, Navalcarnero o Talavera de la Reina así como localidades de la provincia de Toledo.
La mayoría se concentrarán en la zona de Cuatro Vientos, donde los pasajeros podrán coger el Metro o el tren de Cercanías. Sin embargo, estas líneas ya suelen ir muy llenas, y ahora habrá aún más gente intentando usarlas. Además, algunos barrios de la zona, como Batán o Campamento, temen quedarse aislados debido a los desvíos de tráfico.
Los partidos Más Madrid y PSOE han criticado duramente el plan. Según ha informado Madridiario, los grupos de la oposición consideran que “no es suficiente y que los problemas de tráfico y transporte serán aún mayores”.
La portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, ha asegurado que tanto los coches como el transporte público acabarán bloqueados. “Esto es una ratonera. Habrá atascos enormes y los trenes y autobuses estarán a reventar”, ha declarado.
Maestre también ha criticado que el refuerzo del transporte público es muy limitado: “sólo habrá un autobús más por línea y dos lanzaderas a Plaza Elíptica, pero esto no será suficiente para tanta gente”.
Como solución, ha propuesto repartir los autobuses que llegan de los municipios en más puntos de la ciudad, como Moncloa, Príncipe Pío o Villaverde, y crear carriles exclusivos para que puedan circular sin retrasos.
La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, también ha mostrado su preocupación. Según ella, el plan está mal organizado y muchos barrios quedarán incomunicados. “Es el mundo al revés: el Ayuntamiento permite que los coches entren al centro, pero no ayuda a los usuarios del transporte público, que no tendrán ni un carril bus para llegar al intercambiador de Príncipe Pío”, explicó.
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