Carlos Granda
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Guardo este rinconcito semanal para hacer un pequeño homenaje al Talavera Fútbol Sala que, como el Ave Fénix, resurgió de sus cenizas para volver a estar entre los grandes y ha pasado con nota el difícil test de regresar a la mejor liga del mundo.
Con el sentimiento de equipo, la lucha y la entrega como bandera los blanquizales han cumplido a falta de dos jornadas para que acabe esta trepidante División de Honor con aquel eslogan de "Hemos vuelto para quedarnos" y firmaron ante Cartagena un año más entre los más grandes.
La emoción de Joan Linares tras el pitido final aúna a las mil maravillas el corazón de una ciudad que ha vuelto a sentirse importante y a tener nombre propio en el panorama deportivo nacional. En torno a Joan, como gran capitán, se ha apuntalado un proyecto que promete ofrecer nuevas alegrías a la parroquia blanquiazul. La importancia de ir poco a poco y y no pretender dar el segundo paso antes de dar el primero es capital para que este proyecto se afiance entre los más grandes y veamos a los nuestros luchar, como en aquella mágica etapa de finales de los noventa, por alcanzar cotas mayores.
Este equipo, que desde su regreso al lugar que nunca debió abandonar compite bajo el nombre de OID Talavera FS, ha demostrado además que está perfectamente preparado para batirse el cobre con los más grandes y plantar cara a los gallitos de la categoría a los que ha hecho sudar sangre para arrancarle los puntos. La combinación de estandartes del aquel pasado glorioso que se ha hecho presente gracias a nombres como Joan, Riquer, Justo Cáceres o los ahora técnicos David Marín y Carlos Sánchez con grandes jugadores como Kel o Juan Puertas o talaveranos que han demostrado ser merecedores de un sitio en la élite del fútbol sala como Nacho Gil o Chispa, ha resultado decisiva para lograr esta meta.
Ahora es momento de disfrutar de lo que resta de temporada con la tranquilidad y satisfacción del deber cumplido porque una década después del retorno a la mejor liga del mundo podemos decir que Talavera ha mantenido el Honor. Por delante quedan meses de trabajo para planificar el siguiente curso, despejar pequeñas incógnitas y afrontar con más ilusión si cabe una temporada que debe ser la de la consagración de las bases asentadas durante la que se va pero sin renunciar a nada. Enhorabuena por lo conseguido a jugadores, directivos y a esa afición que siempre ha demostrado un amor por el fútbol sala que quizá sería necesario en otras parcelas deportivas de la ciudad. Talavera es de primera, Talavera sigue en División de Honor.