El Gobierno de Castilla-La Mancha ha presentado en Europa su proyecto de inclusión sociolaboral 'Construir para volver a ser', dirigido a 2.000 mujeres en riesgo de vulnerabilidad y que ha sido presentado en la capital continental de la mano de la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano.
Este proyecto piloto ha sido expuesto en la Semana Europea de las Regiones y Ciudades, durante su participación en el workshop 'Bridging Disparities: Exploring SDGs' Role in Fostering Cohesion Policy in EU Regions', junto a los representantes de Carinthia en Austria, Bouches-du-Rhône en Francia y la Toscana en Italia, así como diferentes miembros que participan activamente en la Comisión del Comité Europeo de las Regiones, "con el objetivo de intercambiar opiniones y estas experiencias para avanzar en el desarrollo y crecimiento de la región", ha destacado la consejera.
Durante su intervención, García Torijano ha puesto en valor "la importancia de la Unión Europea para el crecimiento de las regiones mediante recursos suficientes que aborden asuntos importantes", que tengan en cuenta la emergencia climática, la innovación, investigación y nuevas tecnologías, la despoblación, la erradicación de la desigualdad, la pobreza y la exclusión social de la población vulnerable.
En este contexto, ha puntualizado que "este es el fundamento del innovador Proyecto Piloto 'Construir para volver a ser' que hemos desarrollado desde el Gobierno de Castilla- La Mancha durante estos dos últimos años en coordinación y colaboración con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y ejecutado con una inversión de 8,9 millones de euros pertenecientes a los Fondos de Cohesión NextGenerationEU".
La titular de Bienestar Social ha detallado que para la ejecución del proyecto se ha ido de la mano de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo y doce oficinas Emplea distribuidas en el territorio regional, junto con equipos de Servicios Sociales.
Concretamente, García Torijano ha explicado durante su intervención que el proyecto se ha dirigido "a 2.000 mujeres perceptoras del Ingreso Mínimo Vital con las que hemos trabajado en nuestra región entre 18 y 55 años con menores a cargo en una situación de vulnerabilidad. Así, la consejera ha destacado que el proyecto se ha trabajado "en 81 municipios que abarcan todos los territorios de la región: en zonas urbanas, periurbanas, de intensa despoblación y extrema despoblación".
Además, específicamente, se ha contratado a 57 profesionales a través de un Programa Temporal de Empleo, que han realizado una intervención integral desde todos los ámbitos, situando a la persona en el centro: desde el ámbito del acompañamiento personal, laboral, residencial, sanitario y relacional.
En cuanto a las conclusiones, García Torijano ha remarcado que "los efectos de este innovador programa han marcado una línea de trabajo en la que se debe seguir persistiendo, donde la mayoría de las mujeres que han participado han mejorado su situación de exclusión social en su ámbito personal, formativo y laboral".