El pasado 24 de abril, la Comisión Europea aprobó la prohibición de la producción y comercialización de aromas de humo artificiales en toda Europa, tras un voto favorable basado en los riesgos para la salud que representan estos compuestos.
Esta medida responde a una recomendación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que en noviembre de 2023 publicó un estudio científico indicando que estos aromas poseen potencial genotóxico, lo que incrementa el riesgo de desarrollar cáncer y enfermedades hereditarias.
Estos aromas de humo artificiales no se limitan a las patatas fritas con sabor a jamón, sino que se utilizan ampliamente en una variedad de productos como carnes, pescados, quesos, sopas, salsas (incluyendo la popular BBQ), bebidas, helados y productos de repostería. La prohibición afectará significativamente a estos alimentos, que deberán reformular sus recetas para ser aptos para el consumo sin estos aditivos.
La EFSA identificó ocho aromas de humo artificiales en circulación en la Unión Europea como especialmente preocupantes debido a su capacidad para dañar el material genético de las células. Esta conclusión llevó a la Comisión Europea a actuar, estableciendo diferentes periodos de aplicación para la entrada en vigor de la prohibición.
Para productos que utilizan estos aromas como sustituto del ahumado tradicional, como jamones, pescados y quesos, el periodo de eliminación será de cinco años. En el caso de productos donde se añaden estos aromas para intensificar el sabor, como sopas, patatas fritas y salsas, el periodo será de dos años.
La prohibición no implicará la desaparición de estos productos del mercado, sino una necesaria reformulación. Muchas empresas de la industria alimentaria ya se están adaptando a las nuevas regulaciones, algunas incluso han retirado estos aditivos de sus productos de manera anticipada.
La medida, aunque afecta a una amplia gama de alimentos, también responde a una creciente preocupación por la seguridad alimentaria en Europa, donde cada vez más productos son evaluados por sus potenciales riesgos para la salud. La legislación sobre aditivos alimentarios está en constante revisión para proteger a los consumidores de posibles riesgos.
Los consumidores, especialmente en España donde las patatas fritas con sabor a jamón son muy populares, verán cambios en los productos disponibles en el mercado. Sin embargo, se espera que la industria alimentaria europea cumpla con la nueva normativa, garantizando así la seguridad y calidad de los alimentos consumidos en la región.