La Administración Pública con su actividad diaria contribuye al bienestar de la ciudadanía, mediante la prestación de los servicios públicos y colaborando en el impulso de la actividad económica. Es por tanto una pieza clave en una sociedad avanzada, con un componente humano relevante para la cohesión de nuestra Comunidad Autónoma.
Por eso, en una región tan extensa como Castilla-La Mancha, prestar unos servicios públicos de calidad y accesibles para toda la ciudadanía, con un gran impacto en la calidad de vida de las personas, es una labor que llevan a cabo diariamente los más de 80.000 profesionales de la Administración regional.
Es por ello, que hoy 23 de junio, no podemos dejar pasar la oportunidad de felicitar a todas aquellas personas que con su labor diaria ayudan a fortalecer nuestro Estado del Bienestar, y que mejor que hacerlo, aprovechando la conmemoración del Día de las Naciones Unidas para la Administración Pública, instaurado para reconocer la contribución de estos trabajadores y trabajadoras al progreso de nuestra sociedad.
En el Gobierno de Castilla-La Mancha estamos trabajando para conseguir una Administración Pública sólida, ágil y a la vanguardia; que rompa con el ‘vuelva usted mañana’.
Sólida, porque desde 2015 estamos acometiendo importantes medidas para recuperar y consolidar el empleo público en la región, aumentando la plantilla de trabajadores y trabajadoras, a la vez que reforzamos su estabilidad laboral y su desarrollo profesional.
Ágil, porque vamos a reducir la burocracia con la aprobación de una Ley de Simplificación Administrativa, cuyo principal objetivo es hacer de esta región la más fiable y fácil en términos burocráticos; atendiendo con mayor celeridad las demandas de servicios a la ciudadanía de la región; dando respuesta inmediata a las solicitudes, evitando esperas innecesarias y posicionando a la Administración pública como herramienta fundamental para el avance de nuestra sociedad y el crecimiento de nuestra economía.
A la vanguardia, porque estamos apostando por una Administración completamente digitalizada, que va a permitir a la región ser punta de lanza en el ámbito tecnológico; mejorando la eficiencia y eficacia de los servicios públicos que se prestan; acercando la Administración a la ciudadanía, independientemente de donde residan y ofreciendo unos servicios públicos proactivos y personalizados.
Unos objetivos ambiciosos que serían imposibles de alcanzar sin el compromiso y la vocación de servicio público que muestran cada día nuestros empleados y empleadas de la Administración, un capital humano que nos hace, indudablemente, mejor como sociedad y como región.