Esta tarde/noche comenzarán las
pruebas para restablecer el suministro de agua potable a los 71 municipios y más de 270.000 usuarios afectados por los estragos de la
DANA de la semana pasada que dependen de la tubería procedente del
embalse de Picadas, tal y como ha asegurado
Fernando Payán —director técnico de infraestructuras del Agua de la región—a
Castilla-La Mancha Media.
“Son operaciones complejas, vamos a empezar las pruebas esta misma tarde/noche si la climatología nos lo permite y durante el día de mañana, pero estamos hablando de una red de distribución de más de 700 kilómetros de longitud, entonces el proceso desde que captamos el agua el embalse hasta que llega a los hogares no es inmediato”, ha explicado.
Además, ha incidido en que el proceso pasa por diferentes episodios que consisten en “llevar el agua hasta la potabilizadora, potabilizarla y distribuirla lentamente para evitar arrastre de sedimentos o burbujas que puedan crearse en las tuberías y que puedan afectar a otro tipo de conducciones para que llegue a los hogares”.
“Restablecer el suministro no significa que hayamos terminado de trabajar en la tubería de Aldea del Fresno, aunque intentaremos que la ciudadanía no lo note”, ha aclarado. Por otra parte, ha destacado la “suerte que hemos tenido, ya que la tubería ha resistido por sí sola el peso propio suyo y del agua que contiene y está sujeta en esos 45 metros sin haberse caído”. “Si la tubería hubiera colapsado estaríamos hablando de que el problema no lo hubiéramos solventado seguramente en meses”, ha concluído Payán.
Respecto al arreglo de la tubería, la consejera de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, ayer explicó en rueda de prensa que “se van a colocar unos sensores especiales para ver el movimiento de la tubería después de que los trabajos del fin de semana hayan ido encaminados a instalar las torres para sujetar”.
La avería afectó al abastecimiento de agua de un total de 71 municipios. Como solución, se suministraron más de un millón de litros de agua potable a través de cisternas, para lo cual están ayudando las diputaciones de Cuenca y Guadalajara, además de Aqualia, la concesionaria de Picadas. A esto ha sumado las 578.000 garrafas repartidas entre los vecinos de los pueblos afectados.