Casi seguro que es “la calor”. Este verano post electoral me tiene en el desconcierto, desde el principio he creído que los sesos derretidos eran los míos, confiado en que los próceres de la política con su amplio saber y gran entendimiento, conocimiento de causa y generosa lectura del acontecer diario no pondrían a la ciudadanía de este país en una situación de ridículo, ni ellos mismos dejarían en evidencia la ridícula capacidad de entender lo que está pasando.
Pues no. Ha llegado Feijóo y ha superado todos los niveles de descredito sin sonrojarse. Y eso que parecía formal y serio. El recambio de Casado que salió de Galicia para salvar al PP se está convirtiendo en un subproducto que arrojar al MAR profundo y voraz de Ayuso.
Los planteamientos del Partido Popular no son de estado sino de supervivencia, el intento de sobrevivir de Feijóo pero también el de Ayuso han alcanzado tal nivel de simpleza que no van más allá del quítate tú “pa” ponerme yo.
Desde luego lo de predicar con el ejemplo no va con Feijóo, ni por lo de la lista más votada, ni por lo de plantear pactos de estado para garantizar el estado de las autonomías o la igualdad cuando ha pactado y forma gobiernos con un partido que manifiestamente las cuestiona y pretende eliminarlas, cuando recurre la ley que amplía los permisos de paternidad. Qué decir de los planteamientos en políticas económicas. Un pacto de estado en materia de agua cuando sus socios en Talavera y en muchos lugares son partidarios de mantener el trasvase. Regenerar la vida política y la calidad democrática española cuando se niegan a la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Sin duda, ser capaz de aguantar casi una hora sentado al lado de alguien que intenta con palabras no decir nada es algo insufrible, que ese alguien quiera apelar a la coherencia es de risa.
A estas alturas imagino que todos somos conscientes de que la legislatura va a ser corta. A estas alturas los que siguen hablando de legitimidad deberían haber asumido que los partidos que conforman el arco parlamentario están legitimados y que si se ponen de acuerdo en un proyecto de gobierno pueden sumar sus legitimidades y hacerlas más grandes. En el PP y VOX deberían saberlo porque lo están haciendo en un montón de sitios. Y tampoco me extraño ya cuando Abascal aparece en plan “Uruc Hay” lamentándose de lo poco que le quieren en el PP.
La legislatura va a ser corta porque la suma de las derechas no les da para gobernar y van a radicalizar todas sus presencias hasta hacer irrespirable la política española y no le arriendo yo la ganancia a los diputados y senadores que tengan que batirse el cobre en este tiempo en los plenos y comisiones parlamentarias. La sobreactuación y el exceso verbal se van a ver a diario y esperemos que no pase de ahí.
Pero la legislatura va a ser corta porque un gobierno de PSOE y Sumar, para ser gobierno necesita del apoyo de PNV, ERC y JUNTS y cualquiera de estos tres puede poner en solfa la continuidad a cuenta de objetivos propios. No olvidemos que hay elecciones en Cataluña en pocos meses y ERC y JUNTS son enemigos irreconciliables cuando no tienen un enemigo común. El PNV con otros plazos tiene un escenario electoral parecido. Y en ambos territorios el PSOE está manteniendo unos resultados muy dignos y crecientes.
El caso es que me estoy acordado de aquella partida de cartas en el bar de un pueblo a la que estaban sentados cuatro, entre los que se encontraba un cura. Y que con cada apuesta iban poniendo monedas en la mesa, todos menos el cura. Y en un momento los jugadores empezaron a discutir a cuenta de que faltaban monedas, lo que hizo que el cura se levantase de la mesa airado y con intención de abandonar la partida y echando mano a las monedas decía que él se llevaba.