El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde (en inglés: The Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde), es una novela corta escrita por Robert Louis Stevenson y publicada por primera vez en 1886, que trata acerca de un abogado, Gabriel John Utterson, que investiga la extraña relación entre su viejo amigo, el Dr. Henry Jekyll, y el misántropo Edward Hyde. Esta novela nos presenta a través de una trama de intriga y casi de terror la dualidad del ser humano, su cara y su cruz. Por un lado el Dr.Jekyll representa nuestra sociabilidad, solidaridad, cultura y empatía. Por el contrario, Hyde es violencia, egoismo, soberbia, maldad en una palabra.
Traigo a colación la novela de Stevenson porque en la política de Castilla-La Mancha tenemos otro caso de esa dualidad o dicotomía, por no decir esquizofrenia ideológica. Nuestro presidente y el PSOE regional, sobre todo en período electoral, se muestran ante la ciudadanía como defensores de los valores constitucionales, de la unidad de España y del sentido común. Sólo es necesario atender las múltiples declaraciones de García Page en las que deplora y abomina de los pactos y cesiones a los independentistas y filoetarras o denuncia los terribles efectos de la ley del “si es si” para poder ver el reflejo del Dr. Jekyll y lo positivo de la humanidad.
Pero, como dije, el Ying y el Yang, está presente en el presidente de la Junta de Comunidades. Mr Hyde se apodera de él a la hora de actuar, y los hechos rebaten de manera contumaz los argumentos ponderados de sus palabras. Todas y cada una de las veces en las que se ha votado lo que él tanto critica y rechaza en sus discursos, los votos de los diputados y senadores socialistas de Castilla La Mancha, han estado al lado de independentistas, filoetarras o neocomunistas. Haz lo que bien te digo y no lo que mal hago.
Señor Page, abandone su papel de Mr. Hyde y haga caso, ahora mas que nunca, al sabio refrán que nos dice “obras son amores y no buenas razones”.