Los tradicionales botijos de agua de los pozos de la Catedral de Toledo han vuelto este martes, 15 de agosto al templo Primado para celebrar la festividad de la Virgen del Sagrario, tras ser sustituidos el pasado año por vasos de plástico y paralizarse esta tradición en 2020 y 2021 por la pandemia.
Cientos de visitantes y toledanos han podido disfrutar de este modo de una de las principales tradiciones de la ciudad, en el Claustro de la Catedral, sin ninguna restricción en este día de la patrona de la capital regional.
La jornada festiva ha comenzado con la misa en honor a la Virgen del Sagrario, a la que ha seguido una procesión por el interior del templo, oficiada por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves.
A esta cita, además de los toledanos y los turistas, han acudido el alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, que ejerce por primera vez como regidor toledano en esta celebración, además de la vicealcaldesa, Inés Cañizares, la presidenta de la Diputación, Conchi Cedillo, y el delegado de la Junta, Álvaro Gutiérrez, entre otros.
Velázquez, en declaraciones a los medios antes de la misa, se ha mostrado "muy emocionado" al ser la primera vez que celebra esta fiesta como alcalde, "en un día para felicitar a todos los toledanos en el día de nuestra Virgen, de nuestra patrona y protectora".
También ha querido recordar a aquellas personas que no pueden estar en la Catedral porque están enfermos y ha agradecido a todos aquellos que hacen posible las fiestas que se han desarrollado estos días.
Fiestas que ha destacado que han transcurrido con normalidad y que han sido "un éxito" de participación, por lo que ha esperado que terminen de esta manera, alegrándose que se celebren ya en plena normalidad tras los años con restricciones por la pandemia "Es un día para poner en valor las tradiciones y vivirlas con normalidad", ha destacado.
EL VALOR DE LAS TRADICIONES
De su lado, Cañizares ha reivindicado el valor de las tradiciones para "para mantener el orgullo de ser toledanos". "Es una gran noticia que este año, por primera vez tras la pandemia, se haya recuperado la costumbre de beber agua en los botijos, tras el año pasado en el que sólo se permitieron los vasos de plástico".
"Es una tradición que se ha mantenido en Toledo desde el siglo XVII y, afortunadamente, como hemos comprobado, se mantiene de padres a hijos, con idéntico fervor. Incluso muchos toledanos hacen un alto en sus vacaciones para honrar a su patrona", ha añadido la vicealcaldesa.
Cañizares ha destacado que una sociedad "nunca" debe perder sus raíces y ha de responder a esos valores que forman parte de la identidad de la ciudad, "que unen a los toledanos por encima de cualquier otra cuestión". "Por eso estoy feliz de participar como vicealcaldesa en esta celebración tan arraigada entre los vecinos no sólo de la capital, sino de la provincia".