Se cumplen 214 años del inicio de la Batalla de Talavera, cuyo enfrentamiento se desarrolló entre el 27 y 28 de julio de 1809 entre las tropas hispano-británicas y las tropas francesas. En esta importente batalla, un personaje pasó a la historia por su 'resurrección' tras rebicir más de 20 heridas. ¿Conoces su historia?
En la Guerra de Independencia Española luchó un hombre que ha pasado a la historia por sobrevivir a nada más y nada menos que a 21 sablazos y algún que otro balazo en la Batalla de Talavera, suficientes para morir varias veces. Antonio Chover, así es como se llama el héroe de esta historia, no solo no falleció con semejante escabechina, sino que logró llegar sano y salvo hasta Sevilla, tras curarse de las heridas en un conocido pueblo de la comarca de Talavera: Cebolla.
En el hilo de Twitter de Darío Madrid (@Dario_Madrid_F), cuyos contenidos se centran en la historia, especialmente de nuestro país, hemos podido conocer la peculiar historia de Chover, el superhéroe de la batalla de Talavera.
Tal día como hoy, el 28 de julio, pero de 1809, se desarrolló la Batalla de Talavera, que enfrentó al ejército francés del mariscal Victor y al español del Capitán general Gregorio García de la Cuesta, jefe del Ejército de Extremadura, apoyado por el cuerpo expedicionario del general Wellesley, duque de Wellington.
Antonio Chover, sargento de Caballería del Regimiento de Alcántara, actuó como enlace en la Batalla de Talavera y dio muerte a un oficial francés, edecán del general en jefe, no sin perder la oreja izquierda y recibir otro sablazo en el omóplato.
Al ser rodeado por tropas francesas bajo las órdenes del mariscal Claude-Victor Perrin, se ordenó la ejecución de Chover. Tras varios disparos y sablazos, ya sumados a las heridas previas, los franceses le dieron por muerto y le dejaron a su suerte en una cuneta.
Vivo a pesar de las 21 heridas, Chover fue hallado en su estado lamentable por otro herido español, un sargento del Regimiento de Dragones de Lusitania. Juntos fueron buscando auxilio.
Fueron unos pastores los que lo encontraron en mitad del campo aquella noche y los que curaron sus heridas tras llevarlo al pueblo toledano de Cebolla. Escondidos tratan de sobrevivir a la noche. “El sargento de Dragones no logra superarla y fallece. Para suerte de Chover los franceses abandonan Cebolla y los vecinos de este pueblo toledano lo auxilian. 43 días permanecerá Antonio curando sus heridas con sal y vinagre”.
Transcurrido este tiempo, y débil con cuatro heridas aún abiertas, Antonio Chover decidió encaminarse a Talavera. “Al comprobar que la ciudad ribereña del Tajo estaba ocupada por los franceses decidió viajar a Sevilla: 308 Km”.
En la capital hispalense fue atendido por los médicos, sorprendidos de que siguiese con vida, pudiendo sanarle diecinueve de las veintiuna heridas.
El 27 de octubre de 1810 es ascendido al grado de teniente y declarado inválido. Al año siguiente ingresa en la Caja de Inválidos de Játiva debido a sus padecimientos. Según varias fuentes, Antonio Chover Sánchez había nacido en diciembre de 1778 en Játiva, por entonces llamada San Felipe. Falleció en Valencia en 1858.