Este incremento de la demanda también deriva en el constante aumento de la variedad de productos cultivados en los huertos solidarios ubicados en Albacete, Ciudad Real y Toledo que los agricultores siguen enviando a los diferentes bancos de alimentos y comedores sociales.
Este envío diario está organizado para reducir la huella ecológica y potenciar los productos de proximidad o km 0 cuidando la distancia entre el lugar de producción y el de entrega.
Productos como: los tomates, pimientos, berenjenas, sandías, calabacines o pepinos se incorporan a las coliflores, lechugas, acelgas verdes y rojas, repollos, lombardas o los romanescu… que ya se venían cultivando en los huertos solidarios para su posterior envío a las instituciones sin ánimo de lucro que actualmente colaboran en el reparto para los colectivos más necesitados.
Una agricultura ecológica basada en la ausencia de productos fitosanitarios agresivos cuyo objetivo es cubrir las necesidades alimenticias de aquellos colectivos más vulnerables y que en muchos casos supone la única vía para acceder a alimentos frescos de calidad.
Desde la Fundación Soliss, la red de huertos solidarios constituye uno de los proyectos sociales más importantes, ya que éstos suponen una gran ayuda para los colectivos más vulnerables de la región que tienen difícil acceso a una dieta lo más completa y sana posible.