Otra vez, en menos de dos meses, nos vemos a poco más de 100 horas para que las urnas dicten sentencia en unas elecciones, esta vez generales.
Justamente el 24 de mayo, hace algo menos de dos meses, les referencié que Page resultaba necesario hasta para el PP cuanto todo estaba por decidirse en las municipales y autonómicas. Bueno, pues resulta que el candidato popular Alberto Núñez Feijóo ha dicho en una entrevista reciente que se siente más cercano al presidente de Castilla-La Mancha que a VOX. No sé si habrán reparado en la coincidencia, pero algunos ya lo anticipamos. Feijóo y Page se conocen, se respetan y podría decirse que se complementan en algunas cosas.
El sueño de una gran coalición o de un gran acuerdo nacional puede resultar viable si las personas correctas comandan las naves exactas… pero, claro, con las premisas idóneas.
El revanchismo que en esta tierra nuestra se ha convertido en ley de la selva poco ayuda a que esas situaciones puedan producirse. Es más, aleja la posibilidad hasta el infinito. Lo mejor, que no depende de los Paco Núñez y compañía y eso es una ventaja para todos.
A sólo 100 horas de tener la posibilidad de votar, de nuevo, asistimos a las últimas andanadas de los partidos políticos con mentiras, medias verdades y soflamas incendiarias que harán que la cosa se quede como está o cambie radicalmente. Yo aún no lo tengo nada claro.
Y si… ¿gana Feijóo y llama al PSOE para pedirle ayuda? O bien… ¿gana Sánchez y reorganiza su pescado para que todo siga igual?
Aún no hay nada claro y puede pasar cualquier cosa. Las consecuencias para esta tierra son las únicas que han de preocuparnos. 100 horas, otra vez.