El modista
Lorenzo Caprile recibió anoche en el Corral de Comedias, escenario icónico del Siglo de Oro, el
homenaje del
Festival de Teatro Clásico de
Almagro en reconocimiento a su
trayectoria como uno de los diseñadores y figurinistas más destacados de la escena española.
Caprile, emocionado y agradecido, reivindicó en su intervención más apoyo a la cultura y, en concreto, al teatro para poder trabajar en condiciones dignas y pidió al público apagar los teléfonos móviles cuando vayan al teatro para disfrutar y “si no sois capaces no vayáis”, dijo
El escenario se llenó de claveles rojos cuando el modista recogió la insignia con se le brindó el motivo homenaje en reconocimiento a su trayectoria la cuál comenzó, precisamente, en Almagro en 2006 con “Don Gil de las calzas verdes” de Tirso de Molina, una obra dirigida por Eduardo Vasco con un montaje que ha pasado a la historia del festival.
Antes de su intervención, Caprile vivió uno de los momentos más emotivos del acto al escuchar los mensajes de José Luis Massó –al que hizo varias referencias-; la periodista Julia Otero; el diseñador de vestuario italiano Massimo Cantini Parrini; la diseñadora británica Sandy Powell y su madre, Paola Trucchi.
Por el contrario, José Martret y Paco Tomás en representación de los amigos, tuvieron una intervención plagada de anécdotas muy divertidas, vividas con el protagonista del acto, en la la que refirieron la relación del travestismo con el Siglo de Oro.
El subdirector general de Teatro y Circo del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), Javier de Dios, y el propio Eduardo Vasco fueron los encargados de entregar el reconocimiento del festival a Caprile.
NUMEROSOS PROYECTOS
Lorenzo Caprile tiene en marcha numerosos proyectos, como el estreno en los próximos meses de la sexta temporada de programa Maestros de la costura en TVE o su participación firmando el vestuario de la obra ‘Abre el ojo’, dirigida por Vasco, que estos días se ha podido ver sobre el escenario de la Antigua Universidad Renacentista en Almagro.
El diseñador dijo estar “muy emocionado” porque debutó en Almagro como figurinista teatral; 17 años después volvió sobre los escenarios del templo del teatro clásico, Almagro, donde, añadió, quiere volver para presentar un vestuario que se pueda ver durante la representación de una obra en el Corral de Comedias.
UN RECORRIDO POR SU TRAYECTORIA
El diseñador madrileño irrumpió en la escena teatral con trajes de inspiración francesa que lució la actriz Montse Díaz en la comedia de Tirso, evidenciándos el talento para el figurinismo de un artesano pulcro y detallista, capaz de fundir el carácter de los personajes en patrones y tejidos. Su estrecha colaboración con Eduardo Vasco ha desembocado en diseños únicos para obras como Carsi, Hedda Gabler, Otelo, El mercader de Venecia y El malentendido.
Bajo la batuta de directores como José María Pou, Carlos Aladro, Manuel Iborra, Magüi Mira y José Martret, Caprile ha ideado el vestuario de montajes de la CNTC como Las bizarrías de Belisa (2007), Las manos blancas no ofenden (2008), La estrella de Sevilla (2009), La moza de cántaro (2010), El perro del hortelano (2011) y Entre bobos anda el juego (2018).
Reconocido en 2016 con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y ganador del premio Talía al mejor vestuario junto a Marietta Calderón por El tiempo entre costuras, su participación como jurado en el programa de Televisión Española Maestros de la costura lo ha convertido en un personaje familiar para el gran público.
MODISTA CON MAYÚSCULAS
La directora del Festival, Irene Pardo, por su parte, se dirigió a Caprile como “modista en mayúsculas” además de “una de las personas más sensibles que he encontrado en mi camino. Tierno y cercano, determinante e intuitivo, brillante y respetuoso con el legado de tus maestros y maestras… Siempre honesto con la profesión”.
Se refirió a su faceta de coleccionista, “una labor que desarrollas de manera generosa y gracias a la cual recuperas para la historia grandes piezas del siglo XX” y a su reivindicación de la figura de Flora Villarreal y situarla junto a Balenciaga y Pertegaz.
Según la directora, este homenaje es un ejercicio de merecido reconocimiento. “La familia de la escena te está muy agradecida, por tu sensibilidad, rigurosidad histórica y permeabilidad con las necesidades de la interpretación y de la producción, porque es admirable tu capacidad para trabajar en equipo y ponerte al servicio de un texto y una dirección de escena. Te sientes una pieza más del maravilloso puzle que son el teatro, la ópera y el resto de poéticas de las artes en vivo”.