La fertilidad no escapa a esta realidad y un septuagenario como Robert de Niro estrenaba paternidad este 2023. Su colega y amigo Al Pacino lo hacía al mismo tiempo, con los 83 ya cumplidos. Para ellos también se ha acuñado un término: los pabuelos.
Para la mujer no es tan sencillo. O, al menos, no lo es todavía, porque los avances en reproducción asistida están haciendo posible algo que antes era impensable: la normalización de la maternidad a los 50 y algo más.
No es que sea lo habitual, aclara la directora médica de Clínicas Eva, Isabel Vielsa, pero sí es algo a considerar dependiendo las circunstancias de cada mujer. Aunque la ley no marque una edad concreta, matiza, desde las clínicas de fertilidad generalmente se hacen tratamientos hasta los 50 años y, en ocasiones, se está ayudando a muchas mujeres a ser madres incluso hasta los 52 años, si no existen otros factores de riesgo distintos de la edad.
¿Por qué se han modificado los parámetros médicos al respecto? El embarazo con óvulos de donante es el gran responsable de estos cambios. De hecho, pasados los 40, se cifra en menos de un 10% la posibilidad de, primero, lograr el embarazo y de llevarlo a buen puerto después, porque la cantidad de óvulos y su calidad está ya en mínimos. Sin embargo, al recurrir a óvulos de donante, desaparece el problema y, sí, reconoce esta ginecóloga, también los límites.
El obstáculo para ser mamá a los 55 y a los 60 y más, como se ha visto en algunos casos mediáticos, es sólo el estado orgánico de la madre. El embarazo —explica la doctora Vielsa— es un estado de sobrecarga para el organismo y a más edad se regulan peor los cambios. Pueden aparecer entonces problemas de hipertensión, preclampsia, diabetes, partos difíciles y también prematuros. Para el bebé, la maternidad a los 50 y más no supone un riesgo per sí, ahora bien, matiza la ginecóloga de EVA, la prematuridad y los riesgos derivados de una edad más avanzada sí pueden llevar consigo problemas de salud para el niño.
En el otro lado, y en cuanto a la crianza, se dan ventajas notables para el hijo: una madre más madura emocional y psicológicamente, con mayor estabilidad económica y más recursos. Estos últimos aspectos son fundamentales y a ellos se achaca el retraso de la maternidad en nuestro país. De hecho, España lidera el ranking de las llamadas madres añosas, situándose a la cabeza de los países europeos en madres de 40 y más. Según un estudio publicado por Funcas, la proporción de nacimientos de madres de estas edades se ha multiplicado por seis entre 1993 y 2021, al pasar del 1´8% al 10% .
El informe destaca a Galicia como la comunidad autónoma donde las mujeres esperan más para quedarse embarazada. A los ya conocidos motivos de inestabilidad económica y a los cambios socioculturales en relación a la pareja y la formación de una familia, se uniría, según esta fundación, el creciente descontento con el sistema sanitario de nuestro país.