Ante la apertura generalizada de las piscinas públicas y privadas y el aumento de actividad acuática en playas, ríos y pantanos, el Hospital Nacional de Parapléjicos, junto con la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (
SERMEF),
la Federación Nacional ASPAYM, Cruz Roja y la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo se unen este año para insistir a la sociedad en el mensaje de prudencia como la medida preventiva más eficaz que evite consecuencias indeseables, como una lesión medular.
La campaña, cuyo eslogan este año es ‘Con cabeza sí, de cabeza no’, tendrá especial protagonismo en redes sociales con los hashtags #Zambullidas2023, #ConCabezaSí y #DeCabezaNo, y mensajes que recuerden a los bañistas la importancia de la observación y la prudencia para prevenir una lesión medular como consecuencia de una inadecuada zambullida. Las entidades que participan en la campaña divulgarán estos contenidos en sus redes sociales @SanidadCLM, @HNParaplejicos, @SERMEF_es, @ASPAYMNACIONAL, @RFESS1, @CruzRojaEsp.
Asimismo, se emplearán carteles e infografías con indicaciones y consejos antes de tirarse al agua. Además, se pondrá a disposición de ayuntamientos, comunidades de vecinos y cualquier entidad que gestione un espacio acuático con bañistas cartelería digital y material para imprimirlo en alta calidad y ubicarlo en piscinas públicas y privadas, en playas, ríos y en zonas de baño de toda España.
La cartelería digital se puede encontrar en las webs del Hospital Nacional de Parapléjicos e Infomedula; ASPAYM Nacional; la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física; la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo y Cruz Roja.
INGRESOS POR ZAMBULLIDAS
Según datos facilitados del último balance de ingresos por el director médico del Hospital Nacional de Parapléjicos, el doctor Antonio Juan, “en el año 2022 ingresaron en el hospital ocho personas con lesión medular traumática causada por zambullida. Las ocho personas afectadas fueron hombres, con edades comprendidas entre los 16 y los 47 años, con un promedio de 24,9 años, edad sensiblemente inferior a la de cualquier otro subgrupo de pacientes con lesión medular de causa traumática”. En concreto, “tuvieron lesiones cervicales, en la parte más alta de la columna vertebral”, ha afirmado el director médico del centro, Antonio Juan, quien ha contemplado que “el 75 por ciento de los pacientes que ingresaron por esta causa se habían lesionado al zambullirse en una piscina, es decir, en un medio aparentemente controlado”.
Desde la Federación Nacional ASPAYM, su presidenta Mayte Gallego ha indicado que “año a año vemos cómo estos accidentes de terribles consecuencias se deben no solo a una falta de prudencia, sino a un exceso de confianza”. Para Gallego, “los datos de este año así lo corroboran: lo vemos en el perfil de las personas ingresadas; chicos jóvenes que se lesionan incluso en zonas aparentemente más seguras, como las piscinas frente a los espacios abiertos”.
La presidenta de Federación Nacional ASPAYM persiste en que “es importante moderar nuestro entusiasmo” y ha recordado las dos precauciones esenciales a la hora de lanzarse al agua para prevenir una lesión medular: “Debemos asegurarnos previamente de la profundidad real y tirarnos siempre con las manos por delante”, ha recalcado.
EXTREMAR LA PRECAUCIÓN
Por su parte, la presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), la doctora Carolina De Miguel, ha pedido “a toda la población a extremar la precaución en cualquier medio acuático y a seguir dos sencillas pautas para prevenir estas lesiones: conocer la profundidad de la superficie acuática y evitar tirarse de cabeza. Los médicos rehabilitadores, entre muchas otras patologías, tratamos las lesiones medulares, y destacamos que se pueden evitar siendo prudentes. Cuando estamos en estos entornos veraniegos las personas tendemos a estar más relajadas, pero es necesario no bajar la guardia. Diversión y relax con prudencia es posible”.
La presidenta de la SERMEF ha destacado que “en el mar o en el río, cuando el agua está turbia y no se ve el fondo, puede haber una rama o una roca oculta” y ha destacado que “se ha de tener en cuenta que las olas y las corrientes pueden cambiar la distancia al fondo, aunque nos bañemos dos días consecutivos. En las piscinas también hay que tener precaución”.
“Recomendamos introducirse en el agua de forma tranquila y con cuidado, valiéndose de los bordes del perímetro acuático y evitar riesgos lanzándose al agua de cabeza, de pie estilo palillo o dando volteretas o giros. También es necesario evitar lanzarse desde demasiada altura”, ha declarado De Miguel.
DISFRUTAR RESPETANDO LAS NORMAS
Por su parte, desde la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, su presidenta Isabel García Sanz, sugiere consultar al personal encargado de los servicios de socorrismo y leer los avisos de seguridad antes de zambullirse. Insiste en la importancia de “respetar las normas y señalizaciones de las piscinas y las playas para evitar accidentes con consecuencias irreversibles”.
Para disfrutar del agua de manera consciente, García ha hecho hincapié en “conocer la profundidad de la zona de baño y evitar las zambullidas en aguas turbias, pues la falta de visibilidad puede ocultar objetos o estructuras subacuáticas peligrosas”. Algunas piscinas y playas tienen señalizaciones específicas que indican que lanzarse al agua no está permitido debido a su peligrosidad.
Ha hecho asimismo un llamamiento a la cordura y a tomar conciencia de los riesgos. “En la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo trabajamos para promover la seguridad en los espacios acuáticos; donde la responsabilidad individual de cada persona desempeña un papel crucial para evitar accidentes”, ha reconocido.
Por su parte, el doctor Juan Jesús Hernández, del área de Salud de Cruz Roja, ha insistido en la importancia de “disfrutar del tiempo libre, pero con seguridad”. Para ello, ha evocado que se debe conocer y tener presente en todo momento la conducta AVA de prevención (advertir el riesgo, valorar los posibles peligros y adoptar una actitud segura).
“Siempre es mejor la prevención, porque ‘Prevenir es vivir’, y esto no implicar reducir el disfrute ni ser negativos. Lo que no se nos puede olvidar es que esa pequeña inversión de tiempo en prevención, en valorar a qué me expongo, evita complicaciones que pueden dar al traste con nuestras vacaciones, y que incluso pueden generar consecuencias para toda la vida, tanto para la persona como para su entorno más cercano”, ha clausurado.