Días de tribulación son los que estamos viviendo en estas fechas preinvestidura donde las flechas se intercambian a nivel nacional pero en el barro más local las carambolas parecen albergar ciertas esperanzas a quienes tienen que tomar o no posesión en cuestión de una semana y pico.
Los acuerdos PP-VOX acechan a los socialistas que obtuvieron mayor número de concejales pero algunos de esos pactos no están siendo fáciles. Sobre todo porque el pez pequeño quiere mucha porción de tarta, el mediano no quiere ceder terreno y el grande está de invitado postrero.
Las premisas que han pedido, por ejemplo, en Talavera los de ultraderecha son Urbanismo, Festejos, Educación y Cultura, Bienestar Social y tres liberaciones. Vamos, las joyitas y los sueldos, para empezar.
Todo este espectáculo que algunos ya bautizamos como ‘el juego de los peajes’ puede hacer que el desconcierto se apodere de quienes votaron por venganza y con las tripas más que con la cabeza. También puede ocurrir que, por alcanzar el acuerdo a toda costa, se ponga al zorro a cuidar del gallinero y algunos gobiernos bicéfalos sean portada de telediario en pocos meses.
No sé, pero me da la impresión que aquello que defendía el doble candidato de VOX David Moreno de imponer el modelo de Castilla y León en nuestra tierra haga que esas imágenes de los garrotazos de los ganaderos salmantinos se puedan contagiar en las puertas de algún ayuntamiento no tardando mucho.
La cuestión es que, por ahora, sólo hemos visto cómo los candidatables se miden la… posibilida de gobernar siempre rodeados de voltereras en el aire con doble tirabuzón. Antes del 17 de junio deberemos tener la solución encima de la mesa.