No hay duda de que el agua es un bien muy valioso tanto para los seres humanos como para otros aspectos tan importantes como la producción agrícola. Si bien siempre es importante cuidar su calidad, ahora todavía lo es más debido a los problemas de sequía que estamos padeciendo.
Y es que es fundamental conservar cada gota disponible libre de pesticidas y contaminantes. Para lograr eso, es preciso implementar un cambio en la agricultura que sirva para introducir de manera masiva el uso de fertilizantes que resulten inocuos para acuíferos y ríos. Por ejemplo, una alternativa sostenible como los biofertilizantes.
Solucionar la contaminación de los ríos es algo de vital importancia
Es obvio que mantener los ríos libres de contaminación es algo de suma importancia, ya que, entre otras cosas, nos suministran infinidad de servicios y bienes ecosistémicos, son una excelente fuente de agua dulce y también el sustento de gran parte de flora y fauna.
En ellos tenemos un valiosísimo recurso que es preciso preservar, pues es indispensable tanto para el desarrollo humano como para el equilibrio de los ecosistemas.
¿Qué son exactamente los biofertilizantes?
Los biofertilizantes son un tipo de abono orgánico que se usa para tratar el suelo, así como para abastecer a las plantas de los nutrientes que requieren para su correcto desarrollo y crecimiento.
Además, gracias a características como su origen bacteriano y vegetal, no causan ningún perjuicio al medioambiente. Un complemento perfecto para ellos son los bioestimulantes, pues les aportan algunos nutrientes adicionales.
Con esta unión, se logra la estimulación del propio desarrollo natural, facilitando a su vez la asimilación de los fertilizantes y abordando también el estrés abiótico; es decir, el impacto negativo de factores no vivos en los organismos vivos dentro de un entorno específico.
Beneficios del uso masivo de biofertilizante
Los biofertilizantes aportan un gran número de ventajas. Estas son algunas de las principales:
La productividad de los cultivos mejora.
Los nutrientes como el nitrato, el cobre, el fósforo o el hierro se asimilan con mayor facilidad.
La calidad del suelo mejora con ellos, manteniéndose así en unas óptimas condiciones de cultivo.
Dan forma a una flora microbiológica mucho más desarrollada y variada.
No es necesaria tanta energía para su producción.
Son aptos para la gran mayoría de los suelos.
Su impacto negativo en el medio ambiente es nulo.
Tienen un origen 100 % orgánico, algo que hace de ellos algo completamente sostenible.
Por si fuera poco, la productividad se potencia en una gran variedad de productos gracias a estos biofertilizantes, pues las cosechas son mayores. También hay más frutos y de mejor calidad.
Lo cierto es que el sector agrícola se enfrenta actualmente a grandes y numerosos retos, pero, afortunadamente, cuenta con soluciones tan eficaces como esta, a la que se suman otras herramientas que ya se están implementando a través de varias estrategias nacionales.
Todo ello desencadenará en una agricultura sostenible y más ventajosa para todos que solucionará problemas tan graves como la contaminación de los ríos y tendrá en los biofertilizantes y los bioestimulantes dos grandes aliados.