Estamos a punto de pasar el Rubicón electoral de cara al 28M y ya se empiezan a desvelar muchas incógnitas respecto a las caras, los apoyos y también los odios, escondidos y declarados.
García-Page ya está en modo candidato y avisa de una defensa activa frente a los furibundos ataques de sus rivales. Uno de ellos es el podemita Gascón que ha tachado de prenazi al presidente de Castilla-La Mancha mientras el ultraderechista Moreno y el pepero Núñez tendrán que esconderse en algún agujero este miércoles por el ridículo que han protagonizado tras su denuncia falsa sobre los regadíos manchegos.
La Justicia ha hablado y ha dejado en cenizas el presunto escándalo que alardeaban algunos medios perniciosos y muchos descerebrados con camisa negra. Las mentiras tienen las patas muy cortas.
Pero volvamos a las listas. El lunes tienen que estar enviadas a la Junta Electoral y Paco Núñez acaba de anunciar a las personas elegidas para acompañarle en la siguiente legislatura. Se han abierto muchos melones, más de los que él mismo quisiera. De hecho, las reacciones a sus listas han sido inmediatas porque los agravios son más que manifiestos, pero. ni Génova ha querido intervenir. Por algo se dice aquello de "cuerpo a tierra, que vienen los nuestros".
De hecho, el Confidencial publicaba este fin de semana un certero análisis sobre la continuidad de Page en el poder de esta región y la conveniencia de esa situación para Feijoo. Esa posibilidad le podría ser favorable al prócer gallego de cara a noviembre, porque un Page fuerte podría evitar que el PSOE cayera en una barrena ultraizquierdista y, de esa manera, el candidato del PP podría estar más cerca de tumbar a Sánchez. Lo de que Núñez gobierne aquí ni le preocupa y yo creo que ni se lo plantea, no le sirve prácticamente de nada. Entre otras cosas porque el techo de VOX está más que adivinado a la vista de sus propuestas irrealizables, brindis al sol imposibles y descaradas apuestas por el modelo de Castilla y León que tantos dolores de cabeza le está provocando al PP.
En fin, cacareos en medio del desierto que pasan desapercibidos para las personas con dos dedos de frente y sólo engrasan las articulaciones de quienes aborrecen la democracia.