El servicio de Medicina Nuclear del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha comenzado a recibir esta semana los primeros equipos de alta tecnología adquiridos dentro del plan de montaje para la puesta en marcha de esta nueva especialidad médica en el centro toledano.
El jefe de servicio de Medicina Nuclear del Hospital Universitario de Toledo, el doctor Ángel Soriano, ha explicado que se trata de la llegada de dos gammacámaras SPECT-TC y un PET-TC, licitados por el Gobierno de Castilla-La Mancha por un importe superior a los cuatro millones de euros, dentro del Plan INVEAT, a los que en una segunda fase se unirá un PET-Resonancia Magnética.
La puesta en marcha del servicio de Medicina Nuclear en el Hospital Universitario de Toledo requiere de la dotación de material necesario y de las instalaciones acordes con las características y requerimientos establecidos por el Consejo de Seguridad Nuclear, que permita la práctica clínico-asistencial en unas condiciones máximas de seguridad.
Además del equipamiento de alta tecnología, se ha adquirido el mobiliario y todo el equipamiento específico para trabajar con radiofármacos, como depósitos de residuos; carros blindados para el transporte de residuos y cabinas de flujo laminar, entre otros; mobiliario y equipamiento para las habitaciones de pacientes ingresados en terapia metabólica; equipamiento de laboratorio; detectores de radiación y contaminación; y el equipamiento de Radiofísica para los controles de calidad de los equipos de Medicina Nuclear, entre otras.
SERVICIO DE MEDICINA NUCLEAR
El servicio de Medicina Nuclear es, junto a los de Oncología Radioterápica y Radiofísica y Protección Radiológica, una de las nuevas especialidades que se han sumado a la cartera de prestaciones con la apertura del Hospital Universitario de Toledo.
Está situado en la primera planta del Edificio E y cuenta con una superficie de 1.500 metros cuadrados. En esta zona se desarrollará la casi totalidad de la actividad de la cartera de servicios de Medicina Nuclear. A ello, hay que sumar el área de Terapia Metabólica, con una superficie de 70 metros cuadrados, ubicada en la Planta 3, consistente en dos habitaciones para tratamientos oncológicos con isótopos radioactivos, así como un almacén de residuos radiactivos en el sótano 2.
La Medicina Nuclear es la rama de la medicina que emplea los isótopos radiactivos, las radiaciones nucleares, las variaciones electromagnéticas de los componentes del núcleo y técnicas biofísicas afines para la prevención, diagnóstico, terapéutica e investigación médica. Sus principales campos de acción son el diagnóstico por imagen y el tratamiento de determinadas enfermedades mediante el uso de medicamentos radiofármacos.
Las aplicaciones clínicas de los radiofármacos abarcan prácticamente todas las especialidades médicas y sus áreas de aplicación son tanto diagnósticas como terapéuticas.
Las técnicas de diagnóstico se basan en los radiofármacos o trazadores, que son sustancias que, introducidas en el organismo, permiten su seguimiento desde el exterior. El trazador se fija en un tejido, órgano o sistema determinado. Mediante la utilización de una gammacámara se obtienen imágenes de dicho órgano, que no son únicamente morfológicas, sino funcionales y morfo-funcionales. En los últimos años, gracias a la tomografía por emisión de positrones (PET), los estudios han pasado a ser moleculares.
Desde el punto de vista terapéutico, la Medicina Nuclear tiene sus principales aplicaciones en el cáncer de tiroides, el hipertiroidismo, tratamiento del dolor óseo metastásico, tumores neuroendocrinos y cáncer de próstata.