El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha recriminado a aquellos políticos de la región que le "insultan" por defender los intereses hídricos de la comunidad, una posición, ha dicho, que "en otra época era alta traición".
De este modo se ha pronunciado García-Page desde Cogulludo, donde ha presentado el Plan Especial de Emergencias por Incendios Forestales de Castilla-La Mancha, y desde donde ha indicado que Castilla-La Mancha "ha empezado a dar la vuelta" a esa política del agua por la que muchos pueblos que ven pasar la tubería del trasvase a Levante tenían que abastecerse con camiones cisterna para poder beber en verano.
Por ello, y tras señalar que no le importa que un regante de Murcia le "insulte", pues ha indicado que esos "ataques no minan la moral" de la región, sino que la "retroalimentan", ha confesado que lo que "más" le molesta es que "haya políticos en Castilla-La Mancha que lo hagan también", porque "eso es más grave".
"Eso en otra época era alta traición", ha condenado García-Page, que ha añadido que pese a que haya gente a la que no le preocupe "lo que se van a encontrar sus hijos", el clima y la "razonable" legislación que está adoptando Europa, que "obliga a tomar muchas decisiones", "están poniendo las cosas en su sitio".