La
Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha participado en una novedosa
compra pública precomercial para el desarrollo de
soluciones tecnológicas en el ámbito de la
seguridad en el
medio rural, promovido por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) y teniendo como usuario final a la
Guardia Civil.
El trabajo realizado por los grupos de investigación de la UCLM: Precisión Agroforestal y Cartográfica (PAFyC), Redes y Arquitecturas de Altas Prestaciones (RAAP) y Sistemas Inteligentes y Minería de Datos (SIMD), ha consistido en la adaptación de drones, de sensores aeroportados y el diseño de diferentes tipos de sensórica.
El objetivo es su aplicación a escenarios de seguridad rural, como el control y la vigilancia de la sustracción de elementos de valor (maquinaria agrícola y bienes de alto valor cultural y patrimonial); el control de multitudes (carnavales y festivales de música); detección de plantaciones ilegales de marihuana (tanto en exterior como en interior); y el control cinegético y medioambiental, con multitud de aplicaciones como la detección de extracciones ilegales de agua, el seguimiento y la vigilancia de incendios, la localización de vertidos contaminantes, y la detección y seguimiento del furtivos, entre otros.
En todas las aplicaciones, como indican desde los grupos, la actividad de la UCLM ha sido nuclear, mediante el desarrollo de diferentes prototipos que combinan diversas tecnologías y programas informáticos en colaboración con la UTE TRC-Vodafone, transfiriendo el conocimiento y desarrollo de muchos años de investigación e innovación a una solución final que contribuye a la mejora de la seguridad en el medio rural.
Esta tecnología va a permitir hacer frente a las dificultades que supone la vasta extensión de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, dando soporte a la limitación de los recursos humanos de la Guardia Civil, a través de una gestión automatizada de la vigilancia, mejorando así la seguridad y la protección del mundo rural.
Este proyecto ha podido llevarse a cabo gracias a la aportación directa financiera del CDTI y la cofinanciación de Fondos FEDER. Los prototipos se probarán en Castilla-La Mancha durante los próximos cinco años.