El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha aseverado que la Comunidad Autónoma ha tenido que asumir en el año 2022 un total de 300.000 atenciones sanitarias –200.000 en Primaria y 100.000 más hospitalarias– a vecinos que no están empadronados en la región y pertenecen a otros territorios, algo que no ha esgrimido como "un agravio" pero ante lo que hay que preguntarse "quién paga la fiesta", pues ha supuesto un desembolso adicional de 24 millones de euros para las arcas castellanomanchegas.
Durante un acto en El Viso de San Juan, García-Page ha aprovechado para anunciar que debido a la mayor presión asistencial que provoca la cercanía con Madrid, dos consultorios locales –el de Yuncos y el del barrio de El Quiñón de Seseña– crecerán hasta convertirse en centros de salud.
Según su cálculo, hasta dos millones de recetas médicas se han dispensado en la región para vecinos de la Comunidad de Madrid. "Y solo el hospital de Toledo ha pasado de 400 urgencias diarias a 650, y eso es nuevo", ha dicho, recalcando que no se plantea "un problema". "Algunos se permiten el lujo de quitar impuestos, pero hay que dar sanidad y educación", ha señalado.
"Hay poca gente que sale de Madrid a Segovia y Ávila, la inmensa mayoría que no encuentra opciones de vida allí, obviamente vienen para acá, y esto hay que darlo como un dato positivo para nosotros, pero exige mucha planificación".
Por ello, para el presidente autonómico, hay que hacer un "planteamiento ambicioso" para asumir el "reto importante en el conjunto de La Sagra" a la hora de vertebrar el territorio.