Ante las recientes desapariciones de perros y gatos en la localidad en Hellín (Albacete), la Asociación en Defensa de los Animales Refugio de SORI ha puesto los hechos en conocimiento tanto del Ayuntamiento como de la Guardia Civil, añadiendo que no permitirán de modo alguno, “las malas praxis o conductas de dueños que, lesionen o dañen la vida e integridad de los animales, omitan socorro, ni atenten contra el entorno”.
Dicha asociación recibe el primer aviso el 15 de diciembre de 2022. A las afueras de Hellín se localiza una fosa con innumerables animales muertos. Lo califican de “imágenes dantescas difíciles de asimilar”, pero señalan que “es la cruda realidad de lo que se vive continuamente en territorio castellanomanchego”, señalando “la Justicia española, y más en nuestra región, está de brazos caídos en materia de protección animal”.
Los animales encontrados, señalan desde la asociación en nota de prensa, han fallecido supuestamente, “bajo testimonio de los agricultores colindantes a la fosa, ahogados en un canal de agua”.
Tras personarse en numerosas ocasiones en el lugar, analizaron diferentes estados de descomposición y heridas mortales que presentaban, deduciendo varios motivos de fallecimiento.
En su mayoría, explican desde la asociación, “son perros, muchos con collar, incluso chipados”. “Algunos de ellos presentan heridas en cuello y lomo por haber extraído estos dispositivos de identificación, así como animales silvestres mutilados: jabalís, zorros, e incluso corderos”.
Cada día aparecen nuevos cuerpos, animales jóvenes y sanos, lo que evidencia, a juicio de esta asociación, “acción directa del hombre, y el total desinterés de las fuerzas de seguridad, que ni han iniciado investigación alguna, ni prestan control ni vigilancia en la zona, ni tampoco se han tomado medidas medioambientales por el posible foco de enfermedades que supone contra la salud pública”.
“No hay derecho a que sus cuerpos hayan sido arrojados de esa forma, sin dar parte al Seprona. Tenemos pruebas de que muchos tenían dueño, ya que había collares, chapas de vacuna antirrábica y pudimos contactar con varios propietarios, todo ello cotejado con nuestros propios recursos, lectores de chips, fotografías, transportes, e incluso asumiendo el coste de la incineración de los cuerpos”, han aseverado.
Algunos han acudido a recoger el cadáver, pero otros llevan sobre aviso más de dos meses y no se han hecho cargo, afirman.
Asimismo, advierten que seguirán investigando por su cuenta ya que las autoridades “no se hacen responsables, hasta llegar a la raíz del problema, que no deja de ser otra que la total negligencia e impunidad con que se tratan los casos de maltrato animal en Castilla-La Mancha, la vista gorda de quienes deben velar por su protección y quienes administran los recursos públicos para cuidar de nuestro entorno, sus habitantes y las personas que residimos en el medio rural”.