Al partido acudía el CD Cazalegas-Ebora Formación con muy poco que ganar, pues los tres puntos se daban por descontados a priori a tenor de lo que señalaba la clasificación. Y, ya se sabe, éstos suelen ser esos partidos trampa en los que te puedes dejar por el camino más cosas de las que te puedes llevar.
Comenzó el encuentro como el ambiente climatológico, más bien frío. Desde el pitido inicial el balón solo tuvo un dueño y el sentido del juego una única dirección; aunque bien es cierto que a los de Rubén Pulido les costaba encontrar profundidad a partir de la línea de tres cuartos donde no encontraba los espacios ante una poblada defensa la del conjunto conquense. Sobre todo era el capitán Rubén Rivera quien lo intentaba por banda derecha, aunque sin mucho éxito.
La más clara llegó en las botas de Barrientos, quien tras un barullo dentro del área lograba conectar un disparo que no encontró portería gracias al providencial despeje bajo palos de un defensa contrario. A la siguiente, un balón desde la zaga cazalegueña lograba superar líneas y cogerle la espalda a los centrales conquenses para que Alfre Ramos, con mucha clase y por alto, batiera al meta rival.
La lata ya estaba abierta y lo más difícil ya se había superado. Tanto fue así que justo al final del primer tiempo una incursión por banda de Rubén Rivera terminaba con un centro al corazón del área para encontrar a Borja Escoredo, hoy titular, quien remataba al fondo de la red. Segundo tanto que pudo abrir la puerta al tercero porque en la última jugada del primer acto sería Alfre Ramos quien serviría desde línea de fondo para que el capitán rematara con la interferencia de un defensa que evitaría el tercero enviando a córner. No hubo tiempo para más; diez minutos de clarividencia y partido prácticamente encaminado.
Tras la reanudación, y lejos de conformarse con el aparentemente cómodo resultado, los de Rubén Pulido siguieron monopolizando la posesión del balón y subieron un punto la intensidad en el juego y la rapidez en la circulación de balón, con un juego asociativo por dentro donde Víctor Meneses y Crespo dieron un auténtico recital. Diez minutos del segundo acto y el “pichichi” de la categoría encontraba su segunda diana tras una apertura en banda de Meneses hacia Álvaro Gil quien se la ponía con un lacito al primer palo para que Alfre Ramos desenvolviera su regalo remachando inapelable a la red.
Querían más los naranja que no aflojaban mientras que al CD Balona Conquense se le hacía ya muy largo el partido y muy grande el terreno de juego. La pura inercia en el juego ofensivo de los locales hizo que llegara el cuarto de la tarde, de nuevo en las botas de un Alfre Ramos que firmaba así un nuevo hat trick para refrendar una estadística goleadora descomunal en la temporada; el ariete cazalegueño ha marcado en lo que va de campaña 22 tantos en 15 partidos disputados, lo que hace un impresionante promedio de 1,5 goles por partido.
El festival goleador local alcanzaría la “manita” con el tanto que lograría en el 87 Chicha tras una buena contra conducida por el propio Alfre Ramos.
Completo y buen partido en líneas generales del CD Cazalegas-Ebora Formación que ve cada vez más cerca el sueño del ascenso; tras esta jornada, un poco más próximo pues los resultados hacen que el segundo clasificado, el CD Villa, se encuentre ahora a dieciséis puntos de la cabeza. Sin embargo, todavía queda camino por recorrer y la filosofía impuesta por Rubén Pulido de mirar cada partido y enfocarse en los tres puntos más inmediatos sigue dando resultado. De momento, suma y sigue…
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