Hoy es 11 de enero de 2023 y en Madrid hay montada una movilización para pedir que se siga esquilmando el Tajo; que la tierra de Levante siga convirtiéndose en una teta sobreexplotada a toda costa.
Y, además, esos regantes que niegan a las desaladoras, que sólo piensan en sí mismos, a los que el medio ambiente se la trae al pairo, cuentan con ciertos cómplices entre nuestros vecinos que creen comprar votos diciendo que el trasvase es necesario.
El gran problema que existe en esta región llamada Castilla-La Mancha es que sigue saliendo agua del grifo cuando lo abrimos y el día que ya no salga… será demasiado tarde. Entre otras cosas, porque ya se lo habrán llevado todo para Levante y buscarán una nueva víctima, un nuevo Tajo al que secar.
Pero, al margen de ello, hay otra preocupación mayor, la Justicia. Si las cuentas no me fallan, hasta cinco son las sentencias del Supremo que defienden al Tajo y condenan las malas artes de los levantinos pero… aquí no pasa nada. En España sale barato robar.
Hoy, 11 de enero de 2023, se quiere perpetrar otro golpe al Tajo, otro atraco al agua que debería regar nuestros campos y dar prosperidad a nuestros pueblos y ciudades y que se marcha lejos de su lecho natural.
Hoy, 11 de enero, va a ser necesario acudir al Consejo de Estado para seguir pidiendo que se haga justicia, algo vergonzoso pero necesario vista la situación. Eso sí, recuerden todo esto cuando, hoy –11 de enero–, abran el grifo de su casa y salga agua. Ay del día que no haya.