Parece la típica imagen de una fiesta de la espuma que se suele celebrar en verano en muchos pueblos, pero no lo es. La realidad es mucho más triste: es espuma generada por la contaminación y suciedad del agua que llega al río Alberche.
En las fotos y vídeo -tomadas esta mañana- se puede comprobar la cantidad y el espesor de las espumas en esta zona del río, que surgen tras desembalsar la presa de Cazalegas (Toledo), como le informó LA VOZ DEL TAJO.
De momento se desconoce si las espumas, que ocupan gran parte del terreno, han sido producidas por un vertido puntual o si son por la acumulación de agentes contaminantes en el agua que llega hasta el embalse.
Hay que recordar que en los últimos días la provincia de Toledo ha vivido varias jornadas de lluvia intensas y los caudales de los ríos y arroyos han crecido considerablemente, y con ella el agua que arrastra todo a su paso.
Las espumas llenando el cauce de un río es, desgraciadamente, habitual en otro de nuestros ríos, el Tajo, tanto a su paso por Toledo como por Talavera.
Con el nuevo Plan Hidrológico y el aumento de los caudales ecológicos, aprobado por el Gobierno y reclamado por la Junta de Castilla-La Mancha, esta situación será cada vez menos usual. Aunque la solución también pasa por la gestión de los residuos y contaminación de los ríos de Madrid que desembocan en la provincia.
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