La historia detrás del edificio ‘okupado’ en Talavera
El propietario de uno de los únicos tres pisos que tienen dueño asegura que “es inhabitable. El portal está lleno de basura, latas, jeringuillas, toallas sucias, colillas, ratas…”
En los últimos años se han notificado varios casos de okupación en Castilla-La Mancha. Son muchos los propietarios que deciden abandonar sus alojamientos porque vivir rodeados de okupas les causa un grave problema, como suciedad, polémicas, ruidos, malos olores…
Un matrimonio decidió ceder su vivienda y su local en 2005 a cambio de que un constructor hiciera un edificio en ese terreno y les entregara dos pisos, tres trasteros y el local de abajo. Las obras comenzaron, pero algunas partes quedaron sin acabar debido a la detención del constructor.
La droga se hallaba en un contenedor, procedente de Costa Rica, que los arrestados habían trasladado desde el Puerto de Valencia hasta la Ciudad de la Cerámica.
La detención se produjo en el momento en que los narcotraficantes se dispusieron descargar la mercancía. Fueron arrestadas cuatro personas en Madrid, una en Alicante, una en Talavera, y otra en Valencia. Los detenidos tenían previsto huir a otros países en caso de ser detectado el cargamento.
Estaba previsto que la droga acabase en la nave de la calle Calera: 'Los Molinos, Chapa y Pintura', propiedad del constructor talaverano José Manuel S.C, pero fueron pillado in fraganti por la policía.
EL EDIFICIO QUEDÓ EMBARGADO
Tras su detención el edificio quedó embargado, salvo tres pisos que tenían propietarios. Los hijos del constructor comenzaron a alquilar los pisos vacíos y embargados de manera ilegal y llegaron los okupas. Pese a que el matrimonio puso cancelas en la puerta del portal, los hijos del constructor las rompieron para poder seguir alquilando los pisos.
El matrimonio, solo pudo vivir allí dos años, pues debido a su avanzada edad, la falta de electricidad en el portal, la escalera y el ascensor, la llegada de los okupas y ser víctimas de un robo, decidieron mudarse y dejar los dos pisos cerrados.
Desde La Voz del Tajo hemos podido hablar con uno de los herederos del matrimonio que asegura que los okupas se metieron en el edificio y lo destrozaron, “el portal está lleno de basura, latas, jeringuillas, toallas sucias, colillas, ratas… Además, han robado el cobre y las bombillas que había en el portal”.
Una situación que les tiene “bastante cansados”, ya que tuvieron que desamueblar sus dos pisos porque los okupas han intentado entrar varias veces a sus viviendas, “este año han forzado una puerta antiokupa, una puerta de rellano, y dos puertas blindadas de cada uno de nuestros pisos, pero la policía pudo echarles antes de que okuparan esos pisos”. Además, se produjeron varios robos en los trasteros.
“Una vez un familiar les pidió por favor que no tiraran pañales y otros residuos por la escalera, que vivía gente mayor y le dieron un puñetazo. La situación se volvió insostenible”, confiesa el heredero y añade que en otra ocasión “atascaron las tuberías de nuestros pisos, tiraban toda clase de basura por el inodoro y luego caía agua en nuestro baño”.
VARIOS INCENDIOS EN EL EDIFICIO
A lo largo de los años se han producido al menos tres incendios en el edificio. Los dos últimos en 2022.
El pasado 14 de mayo de 2022 los Bomberos de Talavera tuvieron que sofocar un fuego que se produjo en una de las viviendas okupadas y que calcinó dos estancias de la casa, el salón y una habitación, tal y como informó este medio en su momento. Además, las llamas dañaron también la fachada y el balcón del segundo piso del inmueble.
Unos hechos que no son aislados, pues el 27 de noviembre de 2022 se produjo otro incendio. Los okupas hicieron una hoguera en un descansillo del edificio y los bomberos tuvieron que acudir para sofocar las llamas, sin tener que lamentar heridos.
Se trata de una situación límite, ya que los okupas han dejado el edificio inhabitable y los propietarios no pueden hacer uso de sus pisos, “hemos movido el tema, hemos hablado con trabajadores sociales, con la Asociación de Vecinos del Carmen, pero nadie nos da una solución. Estamos desesperados”.