El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha salido al paso sobre la petición expresa del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que pretende que diputados socialistas en el Congreso no apoyen la posibilidad de que se modifique el delito de malversación, respondiendo que el PSOE no tiene que ser la solución a la "impotencia política" de los 'populares'.
A preguntas de los medios tras un acto este martes en Toledo, ha dicho que no quiere entrar en los problemas internos del PP, pero ha asegurado que "muy mal deben andar si esperan que sea el PSOE el que les eche una mano".
"Cada uno tiene que defender su terreno. Yo no jalearé a presidentes del PP para que vayan en contra de Feijóo, no me parece que sea el camino", ha indicado.
En cuanto a qué hará el PSOE a la hora de posicionarse al respecto, ha dicho que se procederá a cumplir con lo que diga "la mayoría del grupo".
"Hay que respetar a las mayorías. Yo sé lo que pienso y lo digo en minoría", ha dicho, para después admitir que la posición política en todo caso podría afectar a nivel electoral. "Pero yo doy mi opinión, creo que es mi obligación democrática. Los que nos presentamos a elecciones debemos tener un diálogo abierto con nuestros votantes, y quiero que sepan lo que pienso aquellos a los que voy a pedirles confianza. Es lo lógico", ha rematado.