TikTok sigue siendo una de las redes sociales más de moda hasta el momento, especialmente entre los más jóvenes y adolescentes, según confirman los datos obtenidos del Estudio de Redes Sociales 2022 de IAB. Por eso, en esta ocasión y mediante este artículo quisiera hablar sobre esta propia red social y como afecta en temas educativos.
Antes de nada, permítanme explicarle como funciona esta red para aquellas personas que no la conozcan puedan hacerse una idea de en qué consiste esta aplicación. Su funcionamiento es sencillo, el usuario puede realizar videos cortos de entre 30 segundos o 10 minutos de duración en los que puede realizar playback, es decir, simular que está cantando, utilizar filtros y animaciones, editarlos, moverse o realizar una dramatización, incluso puede añadir hilos musicales, voz, etc. Posteriormente, permite compartir y subir a las redes, es decir, toda una puerta de acceso a internet, pero es incluso ya dentro de la misma aplicación donde surge una brecha vulnerable de seguridad.
Es importante señalar que en sus términos un requisito para inscribirse en la app es que los usuarios tengan 13 años, pero esto no se cumple, en esta red nos podemos encontrar millones de niños y adolescentes que la utilizan con o sin consentimiento de sus padres, o que muchos de esos padres tienden a pensar simplemente que es una app poco nociva y una forma más de interactuar, lejos de hacer frente a los peligros que esconden este tipo de aplicaciones. Si bien, hago de nuevo una llamada de atención a los padres con el fin de crear conciencia de los peligros que suele haber detrás de las redes sociales afín de que puedan tomar precauciones o realizar consultas a profesionales ante cualquier duda o sospecha que puedan tener. Resulta preocupante que muchos niños y adolescentes hoy en día expongan su intimidad en Internet sin entender lo que implica, adolescentes que suelen navegar sin ningún tipo de control parental ni restricción alguna, recibiendo comentarios sin filtro y asumiendo retos virales que pueden llegar a ser perjudiciales para su salud.
Hay riesgos, si, y los padres deben estar atentos para hacerlos frente, debemos reconocer los contenidos inapropiados e informar a las autoridades competentes si vemos que dicho contenido viola una determinada situación y puede ocasionar un peligro. Con estos temas debo ser estricta porque muchas de las consultas que recibimos a diario suelen estar estrechamente relacionadas con los peligros de las redes sociales.
Para hacer un inciso, la empresa que dirige Tik Tok ya ha recibido varias demandas por violar leyes sobre la protección de privacidad en menores. Una de las conocidas demandas que ha recibido la empresa ByteDance, es una donde se le acusa de enviar datos personales sin consentimiento de sus usuarios a China. Pero ojo, ya de por sí, la propia empresa advierte en sus términos iniciales que deben aceptarse antes de usar la aplicación que Tik Tok que la recopilación de todo el contenido generado por el usuario en la mayoría de las ocasiones es sesgado con fines publicitarios.
Otro de los peligros que se genera dentro de esta red son los conocidos desafíos. Por lo general, estos desafíos invitan a los usuarios a realizar determinadas propuestas creativas que instan a otros a que las imiten y las compartan en la aplicación.
Hay retos virales muy creativos, espontáneos y positivos. También hay retos de secuencias de pasos o bailes realmente divertidos donde podemos ver a abuelos, mayores, bebes, mascotas o hasta grandes jugadores de futbol replicándolos… Sin embargo, también existen retos realmente peligrosos para nuestros hijos.
De los retos que me han llegado a contar en consulta, conocidos entre los jóvenes y considerados peligrosos, puedo destacar el llamado “Super Glue Lips Challeng”, en el cuál utilizaban pegamento para pegarse la parte superior de los labios con la parte inferior de la nariz afín de parecerse a Kylie Jenner, grabarse y viralizar el video en la red.
Otro de los retos que se puso de moda fue conocido como “Vacuum Challenge”, en el cuál los usuarios debían meterse dentro de una bolsa de basura y generar el vacío utilizando un aspirador, mientras se grababan con el fin de subirlo a la aplicación.
Pero el problema es más profundo. Por ejemplo, muchos usuarios más jóvenes han subido contenido sexualmente provocativo que aluden a hacerse sus fantasías, o incluso a tratan de contactar con otros usuarios mediante el chat de la aplicación para persuadirles, decirles de todo o intentar cualquier barbaridad, incluso quedar personalmente.
Ahora, la cuestión es: ¿y si tienes hijos pequeños, debes entrar en modo pánico y obligarles a desinstalar Tik Tok de todos los dispositivos a los que tengan acceso? Sinceramente, creo que la respuesta es no. Que es bueno estar informado de los posibles riesgos, pero a partir de ahí, es importante educar en la responsabilidad y en la comunicación, en la idea de desarrollar canales de respuesta ágil en caso de cualquier incidencia o comunicación no deseada, y en la de denunciar todo aquello que pueda ser constitutivo de un posible delito, insisto y si los medios de comunicación me permiten quiero hacer de nuevo esta llamada ya que me parece importante dar un toque de atención.
Con los menores, tonterías, las justas, por supuesto, pero eso no debe implicar meterlos en una urna y que piensen que somos unos mojigatos a los que no se debe hacer ningún caso y cuyos controles es imprescindible evitar: debemos tratar internet o las redes sociales de la misma forma que les explicamos y los educamos en otros riesgos, sin sobreproteger y sin dejar lagunas. Pero obviamente, sin dejar de exigir a los propietarios de las plataformas que utilizan que se hagan responsables de los posibles malos usos que puedan generar. O incluso, en algunos casos, incentivar.
He recogido algunos datos del uso de esta aplicación en distintos talleres que impartido en algunos colegios en la provincia de Toledo y Madrid como parte de un programa psicoeducativo dirigido a alumnos desde 3º de Primaria hasta 4º de la ESO, es decir, alumnos que comprenden una edad entre los 8 años y 16 años, en la entrevistas iniciales que mantuve con dichos alumnos más del 90% manifestaban que conocían y utilizaban TikTok y reconocen otras redes sociales como Instagram, Youtube, Facebook o juegos online como Fortnite, Roblox. Por lo general, manifiestan que dentro de las redes sociales, buscan sentirse admirados por el grupo, pero no tienen ni idea de quién puede llegar a verlos y muchos de ellos alegaban haber hablado alguna vez con desconocidos. Pero si algo me llamo profundamente la atención es el tiempo que manifestaban estar conectados en la red. Esta preocupación se hace notable en las conversaciones que he tenido con compañeros, docentes y otros profesionales acerca del tiempo que emplean los más jóvenes y niños utilizando diferentes tecnologías y todos coincidimos en una palabra: “¡demasiado!”.
Este peligro invisible en la mayoría de las ocasiones se va agravando con el tiempo y llega a producir adicción a esta aplicación. Resulta que Tik Tok dispone de un algoritmo de videos personalizados de acuerdo a los gustos de la persona que lo usa. Esto significa que PRESENTA al usuario (SIN que lo busque conscientemente) videos cortos y en relación con sus INTERESES que favorecen una conducta ADICTIVA, ya que la sobre activación por largos periodos de tiempos de las zonas TECMENTO VENTRAL, PREFRONTAL LATERAL, TÁLAMO ANTERIOR Y CEREBELO (conocidas como default mode network) está directamente vinculado a las CONDUCTAS ADICTIVAS. Además, el formato de videos cortos de uso en TikTok ha sido vinculado a la disminución de la capacidad de atención cuando la aplicación se usa durante más de 90 minutos al día. En este sentido, ya han aparecido investigaciones que han comprobado que el uso de esta aplicación a largo plazo no solo produce adicción sino que además está asociada con otras patologías como el insomnio, alteraciones nerviosas, falta de apetito, agresividad, etc.
La tecnología es el estímulo evidente de muchos de los retos que nos aparecen diariamente como padres en la educación de nuestros hijos. El fomento de otras actividades como el deporte, los juegos de mesa y las salidas familiares ayudará a nuestros hijos a poner el foco fuera de las pantallas. Simplemente hay que proponérselo y, mi consejo en este sentido, es que empecemos a crear esa lista de actividades de ocio que a menudo posponemos y propongamos objetivos semanales para así cumplirlas.
Recuerde: no todas las Apps son iguales, no todas las apps son recomendables para niños. Las pantallas vinieron sin manual y DEBEMOS INFORMANOS ANTES DE EXPONER A NUESTROS HIJOS.
Eva Sonseca, licenciada en Psicopedagogía Y Directora pedagógica del Equipo Multidisciplinar 'Inclúyete'