El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, a preguntas de los medios de Guadalajara, ha evitado valorar directamente la enmienda presentada por su partido a los Presupuestos Generales del Estado y en la que contempla dejar sin efecto la normativa que redujo el nivel máximo trasvasable cuando los embalses están en nivel 2, y que afectará directamente a Castilla-La Mancha, principalmente a Guadalajara, Toledo y Talavera de la Reina.
En este sentido, hay que recordar que la enmineda del PP sugiere que en 2023 queden sin vigencia los cambios introducidos en el nuevo decreto aprobado el pasado verano que contemplaba nuevas normas reguladoras en el trasvase Tajo-Segura "con el fin de que se adapten sus disposiciones a los planes hidrológicos o a la planificación hidrológica nacional".
El líder de los populares ha reconocido que hay "enormes dificultades en este país como consecuencia de la falta de agua en muchos sitios".
Así, ha dicho que la cuenca cedente "tiene que tener prioridad", pero siempre desde un pacto nacional en el que "estén de acuerdo la mayoría de los partidos políticos".
En este sentido, pidió al PP regional, presidido por Paco Núñez, que ponga "pie en pared, que cante las cuarenta, que diga que hasta aquí" pues ha incidido en que dicha enmienda rompe el acuerdo regional del agua, firmado por empresarios, sindicatos y organizaciones agrarias.
La intervención de Feijóo en tierras castellano-manchegas ha llamado la atención, no solo por sus declaraciones ( y falta de ellas), sino que también por ignorar tanto al presidente del PP de Castilla -La Mancha, Paco Núñez, cómo al presidente autonómico, Emiliano García-Page. Ni una palabra hacia ellos.
LA POSTURA DE GARCÍA-PAGE
El presidente castellanomanchego solicitó ayer al PP, desde Talavera, que retire esta enmienda porque "no se pueden dar pasos hacia atrás" en la reducción de los trasvases y ha lamentado que el texto es "un mazazo al acuerdo del agua" firmado en Castilla-La Mancha.
QUEIPO DE LLANO
Feijóo, ha evitado valorar la exhumación esta madrugada en Sevilla de los restos de Queipo de Llano, si bien ha dicho que prefiere "hablar de los vivos y dejar a los muertos en paz".
A preguntas de los medios desde Guadalajara, ha indicado que "la política debe centrase en solucionar los problemas de los vivos".
"Allá cada uno con sus prioridades, lo que me preocupa es la situación económica e institucional del país. Por tanto, no voy a hacer política con los muertos, no es la prioridad de los ciudadanos españoles", ha rematado.