Si nadie discute ya en el seno del PP que Ayuso fue la principal responsable de la caída de Pablo Casado, las barbas de Feijóo empiezan a entrever el peligro con los vaivenes que se le adivinan en cada decisión y en cada discurso.
A estas alturas, la experiencia política del expresidente de Galicia está más que demostrada. Incluso los nuevos ideólogos de su partido, la presidenta de Madrid y el de Andalucía, no pueden alardear de ello pero sus aventuras con VOX les han hecho perder el miedo y ya se atreven a asomar las vergüenzas en cada decisión del PP sin titubeo alguno.
Esas mismas vergüenzas pueden encontrarse, cualquier día, con un golpe de realidad. Y entonces puede aparecer la desgracia, la más imprevisible de las traidoras que nunca sabes en qué esquina se oculta.
Esa misma compañera, la traición, puede que le haya susurrado al oído de Feijóo en las últimas semanas y sea la que le hace titubear en cada discurso. Mal asunto para el recién estrenado líder popular.
Si al final termina cayendo el exdirigente gallego, se demostrará que la que manda hoy en Madrid no es sino la perfecta definición de aquella obra de Lope de Vega que hizo película la siempre querida Pilar Miró, ‘El Perro del Hortelano’.
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