Este viernes ha tenido lugar en la Audiencia Provincial de Albacete la segunda sesión del juicio contra A.M.G. y G.R.T., el matrimonio acusado de un doble parricidio que ha proclamado su inocencia: "Nunca hemos golpeado a nuestros hijos", ha defendido esta pareja que podría enfrentarse a prisión permanente revisable.
Durante la vista, el jurado popular ha podido escuchar las declaraciones de los dos procesados, así como de la abuela paterna, M.G.T.S., también acusada en esta causa por no llevar a los menores al médico ni denunciar los hechos.
Igualmente, se han reproducido conversaciones y audios, obtenidos a raíz de la investigación iniciada tras la muerte del primer bebé, Omar. Fue ahí cuando, sin avisar a los padres para evitar la alteración de las pruebas, se pincharon sus teléfonos con el fin de averiguar las causas del fallecimiento del menor, debido a las múltiples lesiones encontradas durante la autopsia, donde los forenses pudieron comprobar que el bebé tenía la clavícula izquierda, la cadera y el fémur derecho fracturados.
En las conversaciones se puede escuchar a la madre, A.M.G., decirle al padre, G.R.T., que, si le pregunta la Guardia Civil, le explique que fue la enfermera la que zarandeó al bebé durante la revisión.
No obstante, durante el interrogatorio de la fiscal, el acusado ha asegurado confiar en las enfermeras. "Tengo claro que las enfermeras no han sido, son profesionales y a ellas no se les va a caer".
EL PADRE PIDE JUSTICIA
En este punto, se le ha preguntado sobre quién había golpeado al bebé, información que ha dicho desconoce, insistiendo en defender su inocencia y la de su pareja.
"Quisiera saber qué es lo que pasó y que se haga justicia", ha reclamado el progenitor, que ha reiterado su buen trato hacia ambos menores.
"Yo nunca les he hecho fracturas, nunca he tratado mal a mis hijos, he estado siempre pendiente de ellos", ha señalado, explicando que, a veces, él mismo le quitaba el bebé a su mujer porque se ponía nerviosa.
"No me gustaba dejar a Aroa sola con el niño, alguna vez se lo he quitado cuando estaba dándole el biberón".
Testimonio que ha corroborado su madre, M.G.T.S., que ha explicado que, a pesar de que a veces A.M.G. se alteraba, "nunca golpeó a ninguno de los bebés".
ASEGURAN QUE LOS MORATONES SE LOS HACÍAN LOS PROPIOS BEBÉS
De ahí que los tres encausados hayan señalado que los arañazos y moratones que presentaban ambos menores se los provocaban ellos mismos, los propios bebés, cuando jugaban o se golpeaban con las manos.
"No hemos lanzado a nuestros hijos ni los hemos golpeado contra nada".
Respecto a la acusación de omisión de socorro que se formula contra la abuela paterna, ha señalado que "siempre estuvo pendiente de los bebés" y que, de haber tenido alguna sospecha de maltrato, ella "habría sido la primera en acudir al médico, denunciar y quedarse con la custodia".
Sobre los ritos y la curandería, M.G.T.S. ha explicado que lo hacía cuando la llamaban porque Dilan, el segundo bebé, no paraba de llorar o vomitar. "Yo pensaba que podría tener un mal de ojo, así que lo medía y rezaba, y si a los 15 minutos paraba, como hacía siempre, lo devolvía con sus padres porque eso significaba que se lo había quitado".
El Ministerio Fiscal solicita la pena de prisión permanente revisable para los padres y cuatro años y medio de cárcel para la abuela, una pena que la defensa quiere reducir, recurriendo a la discapacidad intelectual de los progenitores de los menores, ambos con inteligencia limitada.
Este juicio con jurado popular continuará el próximo lunes, 17 de octubre, a partir de las 10:00 horas.