El olor a sangre, electoralmente hablando, sigue dando titulares semana a semana. Entre las nulas prisas del PP por nombrar a sus candidatos para las capitales de las cinco provincias castellano-manchegas, los vicios ocultos y las falsas incógnitas que se destapan en VOX y las componendas que, cada vez más, se van formando en el PSOE, todo se pone interesante.
Las cabezas de lista en el partido que comanda Paco Núñez están resultando ser patatas calientes y nadie quiere sostenerlas. Ahora parece que Cuenca, Ciudad Real y Albacete ya tienen nombres y no ha habido sorpresas: Pulido, Cañizares y Serrano serán los elegidos. Para Toledo y Guadalajara la nube aún está negra. Velázquez sigue escondido y en la Alcarria nadie pica en anzuelo. Por su parte, en Talavera no queda claro si José Julián Gregorio será el elegido. Gallinero revuelto.
Lo de VOX ya se ha convertido en una broma y a veces de mal gusto. La expulsión, abandono o como queramos llamarlo, de Macarena Olona ha obligado a la guardia pretoriana de Abascal a intentar bañarlo en masas mediante el evento de Madrid Río. Todo lo allí exhibido merece un análisis como fenómeno social pero, incluso, no sé si sería mejor analizarlo psicológicamente. En fin, cuando tienen que explicar demasiado algo quieren esconder. Eso comienza a encenderse, a lo Pearl Har…VOX
En el PSOE las aguas en Castilla-La Mancha bajan calmadas, con mucho caudal y con la seguridad absoluta puesta en la persona de García-Page para repetir mayoría. Pero, además, el nombre del presidente de Castilla-La Mancha tiene suficiente sonoridad a nivel nacional como para que se hable de movimientos de cara a futuro. El tiempo nos lo contará.