“Salvar a una mujer tetrapléjca de la muerte, de la eutanasia. He constatado, una vez más, el poder de la oración''. Este es el testimonio que ha contado en su programa de Radio María el párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Talavera de la Reina y sacerdote de la Archidiócesis de Toledo, D. Santiago Arellano, recientemente galardonado por su por su trabajo en Pastoral Familiar.
‘Santi’ ha narrado a sus oyentes cómo se fraguó la reunión con la mujer residente en Madrid y comó, tras horas de reunión, rezos, confesiones y extrema unción, la mujer decidió dar marcha atrás y revocar su petición para que se le practicase la eutanasia, cuyo derecho es legal en España desde el 24 de junio del pasado año.
“Hoy en día se presenta lo legal como si fuese moral. Es un modo de ira contra nosotros mismos el querer matarnos. Es un engaño”, comenta el párroco en un momento de su intervención.
EL DÍA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
El párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón ha detallado que una mujer con la que coincidió en un retiro espiritual le comentó que un conocido, un técnico en robotización de viviendas, estaba trabajando para una mujer tetrapléjica que había pedido que se le aprobase la eutanasia. El técnico, que llevaba un año trabajando en la casa para adecuarla, le dijo que se pusiese en contacto con el párroco de Talavera. Tras dudarlo, finalmente aceptó y Santiago se presentó en la vivienda de la mujer. Todo sucedió el día de la Exaltación de la Cruz, el 14 de septiembre.
Antes de acudir, Santiago pidió a los feligreses de su parroquia de Talavera que rezasen por la mujer enferma. También les demandó lo mismo a los creyentes del convento de las Carmelitas Descalzas, donde es confesor, y a sus hermanos sacerdotes.
“AGRADEZCO A CRISTO QUE VINIERA A BUSCAR A MI CASA”
En el programa ‘El Dios de cada día’, D.Santiago Arellano ha leído la carta escrita por la mujer (a petición de él mismo) donde detalla cómo quedó tetrapléjica, sus sentimientos, cómo llegó Santiago a su vida, cómo aconteció la visita y sus consecuencias.
La mujer, residente en Madrid, quedó tetrapléjica al sufrir un accidente, dañando la médula y dejándola postrada en una cama “con dolores por todo el cuerpo que no consigo calmar”. “Esta situación y el sentimiento de soledad que arrastro desde hace años hizo que cayera en una gran desesperanza. Cuando se legalizó la eutanasia me volví como loca. Me quito de enmedio y ya está", pensó.
Los trámites se retrasaron por la objeción de conciencia y el posterior papeleo para cambiarse de médico. Antes de que se hiciese efectiva la eutanasia apareció en su vida el técnico en robotización, “un hombre de fé”, que a su vez le llevó hasta el padre Santiago.
Tras dos horas reunidos, la mujer decidió dar marcha atrás y abrazarse a la fe. “En esas dos horas que estuviste conmigo se me abrió el cielo. Sé que fue Jesús mismo quien lo hizo. Y agradezco que viniera a buscarme a mi casa”.
“El Señor me ha devuelto la esperanza. Quiero vivir para amar y para unir mi sufrimiento al de Jesús. Para ayudar a otros”, comenta la mujer.
Puedes ver el testimonio completo en el siguiente vídeo.