El cadáver de la mujer hallada este martes por la mañana en un camino del término municipal de Casarrubios del Monte (Toledo) llevaba varias semanas allí y no murió de forma violenta, sino de forma natural o accidental, han informado fuentes policiales.
Son las primeras conclusiones de los análisis oculares y forenses preliminares realizados, que tendrán que ser confirmados por el resultado ampliado de la autopsia. Además, han contrastado que el cuerpo no ha sido movido del lugar, por lo que todo apunta a que falleció allí mismo, informa Europa Press.
Aunque aún no se ha confirmado oficialmente por prudencia, todos creen que se trata de Isabel del Castillo Hortelano, la mujer de 57 años enferma de Alzheimer que desapareció el 19 de agosto. El lugar del hallazgo está a pocos kilómetros del último lugar en el que se perdió la pista a esta mujer, en la localidad madrileña de Navalcarnero.
Además, el cadáver llevaba parte de la ropa con la que la desaparecida salió de casa ese día: unas mallas ciclistas de color negro por encima de la rodilla, una camiseta de manga corta de rallas azules y blancas y por debajo otra de tirantes verdes y unas chanclas por suela fina de madera y correa de color azul.
Así lo confirmó 'in situ' una de las hijas de la desaparecida. No obstante, la familia mantiene la esperanza de que no sea ella y por eso esperarán a las pruebas de ADN y a la confirmación oficial del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, que se encarga de esta investigación.
La principal hipótesis, por tanto, es que Isabel fue a dar un paseo en ese calurosa día de agosto dirección sur, a la Urbanización Calipo Fido, donde viven unos familiares, un lugar que conocía bien. Pero, en un momento dado, quizá fruto de su enfermedad, se desorientó y acabó tras varias horas andando en un paraje escarpado, cerca de unos matorrales, por los que apenas pasa gente. Allí habría fallecido el mismo día o al día siguiente por causas naturales o por un accidente, según las mismas fuentes.