Preparados, listos… ¡YA! Esas deben ser las tres palabras mágicas que se han pronunciado en las sedes de los diversos partidos políticos con el fin del verano.
Las candidaturas a pueblos, ciudades y Comunidad Autónoma están ya perfilándose y los electores estamos a punto de contemplar, cuatro años después, el espectáculo que protagonizarán los candidatos de cada formación.
Digo espectáculo porque si ha habido algún tipo de consideración entre ellos durante las cuatro anualidades que se cumplirán el próximo mayo las contemplaciones se han acabado.
Desde este momento, los dardos, las balas y hasta los bombazos ocuparán titulares de medios de comunicación reflejando noticias que tendrán una vida útil tan corta como el devenir de una mosca.
Cuando lleguen las elecciones del 28 de mayo, todo habrá pasado. Los ganadores lucirán sonrisa Profidén y los perdedores buscarán agujeros de escondite para que nadie les pueda siquiera mirar.
Aquí quedaremos esos periodistas y medios de comunicación, al menos los que lucimos trayectoria, que seguimos perviviendo sin que los vaivenes de la política nos afecten más allá de las filias o las fobias de algunos radicales.