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En defensa de Occidente (35)

En defensa de Occidente (35)

Carlos González-Teijón es escritor, sus libros publicados son Luz de Vela, El club del conocimiento, La Guerra de los Dioses, El Sistema, y de reciente aparición “Psicología de virtudes y pecados”, de editorial, Letras de autor

lunes 29 de agosto de 2022, 13:00h

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Si algo caracteriza a Occidente por los cuatro costados son, “Los Conocimientos”.

Él es el que ha creado el “Método Científico” para obtenerlos, y este es tan preciso, real, útil, y con captación de las leyes de la naturaleza tan meticuloso, que ha sido copiado por todos los demás estados del planeta.

En base a ello, hemos de reflexionar y extraer los máximos de esos Conocimientos que podamos de estos partidos (conflictos) que nos han enfrentado con aquellas culturas o civilizaciones que quieren disputarnos el Liderazgo Cultural en el globo. Podemos decir que sin que supongan una enumeración cerrada, y menos aún un orden de preponderancia, puede que sean más o menos los siguientes:

1.- Conocimientos sobre los “Niveles de Consciencia”.-

Podemos apreciar como a lo largo de la historia conocida de toda la Humanidad, se han dado una serie de conductas instintivas de todos los seres humanos en todos los lugares geográficos y en todas las épocas históricas. Esas conductas derivadas única y exclusivamente de nuestra estructura Biológica y Psicológica, nos han llevado a que, de forma inconsciente, realizásemos una serie de toma de decisiones que han sido calcadas unas de otras: Dominar el máximo de territorio -como animales territoriales que somos-. Obtener la mayor y mejor cantidad de recursos para la alimentación y el abrigo. Procurar sacar adelante la prole con la máxima formación posible. Y de forma individual intentar destacar socialmente con el poder, el dinero y la fama.

Todo ello se ha llevado a cabo de forma ciega, porque lo que han hecho los Brujos y Chamanes es inventarse una serie de teorías, detrás de las cuales estaban los poderosos “Espíritus o Dioses”, que eran los que marcaban el cotarro, y todo el mundo debía someterse o perecer. ¿Someterse a los Dioses? No, por supuesto que no. Someterse a las élites que, alrededor de esas teorías y espíritus, organizaban toda la economía y el poder social, cumpliendo con esos instintos inconscientes, en su exclusivo beneficio. Compruébese en toda la historia y en todas las religiones e ideologías.

En esa misma posición se ve que se han situado hoy las élites Afganas, y, aunque parece más moderno y disimulado, se colocan, también, las élites Rusas y Chinas. Solo que lo hacen con teorías Chamánicas más refinadas. Los chinos se presentan aún más extraños porque intentan realizar todo ese poder económico y esa dominación territorial no en defensa de su raza, tradición, religión o costumbres, no, lo hacen en defensa y bajo las creencias de un “Profeta Alemán”, Karl Marx. Pero el juego final es el mismo, todo ello lo hacen en defensa de los interese de los cuadros del Partido Comunista Chino. Porque sin el dominio de dicho partido, el bienestar de los chinos, o el desarrollo de la cultura o de la raza, Chinas, a esos dirigentes ya no les interesa para nada.

Por lo menos en este conflicto las élites Rusas se han presentado más claras: Ellos defienden los intereses de los poderosos Rusos, y punto.

Sus teorías es que ellos quieren que la mentalidad, la tradición, las creencias de la historia Rusa, y los intereses económicos y sociales de esas élites se mantenga -y si pueden se agrande-, y nada más. No enmascaran nada. Y si para conseguirlo tienen que arrasar a sangre y fuego a sus vecinos, aunque sean sus hermanos los Ucranios, pues nada importa tanto como sus brutales objetivos.

Los “Conocimientos sobre los Niveles de Consciencia” nos hace a los Occidentales, que seamos conscientes de que en el fondo nos comportamos como animales instintivos y ciegos. Dichos conocimientos de la naturaleza nos han llevado a estudiarnos a nosotros mismos. Y al hacerlo comprobamos que ya no podemos actuar con esa brutalidad animal. Hemos de “Razonar”, y aceptar que solo a través del pacto civilizatorio podemos convivir y crear instituciones que nos lleven a comportarnos como humanos, y no como animales predadores.

Al ser conscientes de todo eso, sabemos que solo a través de leyes de conducta fijadas para todos, y juzgadas de forma transparente, podremos convivir y relacionarnos de forma pacífica, colaborativa y ayudando al débil o necesitado, y no despedazarle para quitarle lo poco que tienen por ser menos fuerte que nosotros.

Todas las demás culturas y civilizaciones, a día de hoy, excepto Occidente, se comportan aun así en el globo -analicemos la conducta de Rusia con sus vecinos o la de China con Hong Kong o Taiwán- queriendo imponerse por la fuerza de las armas a los estados más débiles.

Este gran Conocimiento, el de abandonar la ceguera instintiva, ha de ser defendido, explicado y expandido por Occidente para que los demás habitantes del globo, que pertenecen, como nosotros, a la única Especie Humana, aprendan a convivir bajo leyes lo más justas posibles, y no bajo la dominación animal de la fuerza bruta. Por eso la única salida es que creemos instituciones y organizaciones a nivel planetario que nos rijan a todos y, en base a ellas, y con organización y transparencia…Pararle los pies a los dictadores de turno.

Occidente ya sabe, por conocimientos científicos, “Que los propios instintos de la Biología y la Psicología humana, crearán a esos monstruos, y hará que surjan por doquier”. Debemos crear leyes equilibradas y que se sometan a ellas.

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