El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea acordó este martes la prisión provisional incondicional para los dos fugitivos reclamados por Portugal atendiendo al tipo de delito que se les imputa, robo con intimidación, y a que no tienen arraigo en España. Esto, señala el juez, "determina un riesgo cierto de sustracción a la acción de la Justicia".
A los detenidos también se les relacionaba con cuatro atracos perpetrados en las provincias de Toledo, Badajoz y Sevilla.
En sendos autos el juez razona así que tanto Nélida Alves como Sidney Pereira permanezcan en prisión para asegurar que pueda ejecutarse la orden europea de detención y entrega (OEDE) que pesa sobre ellos.
Apunta que en la vista celebrada en presencia de los detenidos y del fiscal, Pereira, de origen venezolano, consintió ser entregado a las autoridades portuguesas mientras que Alves --con nacionalidad lusa-- se negó. El Ministerio Público, por su parte, interesó la prisión provisional para ambos.
Los dos fugitivos, detenidos este fin de semana en un centro comercial de Zamora, son considerados como "muy peligrosos" por las fuerzas de seguridad. Llevaban varios días en España y presentaban un amplio historial de acciones ilícitas.
De hecho, Gadea, en el auto por el que manda a prisión a Nélida Alves, dice que el tipo delictivo por el que es reclamada incluye robo con fuerza, coacción agravada, daños, falsificación de documentos, posesión de armas prohibidas y conducción peligrosa.
A CIEN KILÓMETROS DE LA FRONTERA
Presuntamente, los dos detenidos habrían cometido varios robos en distintos puntos de Portugal y de Extremadura, y se encontraban ahora en Castilla y León, a unos cien kilómetros de la frontera con su país cuando fueron reconocidos por un ciudadano.
Según el citado medio extremeño, estos supuestos delincuentes habrían cometido tres atracos en la provincia de Badajoz. El último habría ocurrido este miércoles en una estación de servicio en Torrefresneda, a punta de pistola y a plena luz del día.
Distintos medios portugueses también informaron de que los dos detenidos son sospechosos de un triple homicidio cometido en la ciudad portuguesa de Braganza, a unos 110 kilómetros de Zamora, y de distintos asaltos a gasolineras en su país.