La diputada nacional del PSOE, Guadalupe Martín, ha lamentado hoy que la ministra de Sanidad, Ana Mato, “se ponga de perfil y no haga nada para evitar la decisión injusta del Gobierno de Cospedal de cerrar 21 puntos de atención continuada en Castilla-La Mancha. Y más cuando el decreto que regula la prestación del servicio de urgencias sanitarias es una normativa estatal del año 1984”.
La parlamentaria socialista, en la sesión de control al Gobierno que se está desarrollando esta mañana en el Congreso de los Diputados, ha preguntado a la ministra sobre si pensaba hacer algo sobre el cierre de estos puntos de urgencias en varias comunidades autónomas gobernadas por el PP, entre ellas la nuestra.
Martín, ha indicado que las personas que viven en localidades como Majaelrayo, San Bartolomé, Honrubia o Molinicos, entre otras muchas afectadas por estos cierres, “no pueden entender la crueldad que se está produciendo hacia ellos y el mundo rural”.
La diputada acusó a Mato de haber destrozado el sistema nacional de salud “al hacer que deje de ser universal” y de haber fracasado en una de las principales funciones que debe tener una ministra de Sanidad, que es la coordinación entre las diferentes comunidades autónomas. Y señaló que está permitiendo una actuación totalmente injusta impulsada por Cospedal y por parte del responsable de Sanidad de su partido y consejero de Sanidad en Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, “que han demostrado conocer muy poco la realidad de nuestra región al adoptar una medida claramente perjudicial para un gran número de ciudadanos”.
Para Martin, Cospedal y Echaniz pretenden engañar a los castellano-manchegos con el argumento de que estarán mejor atendidos si tienen a su disposición una ambulancia no medicalizada, en lugar del personal sanitario. “Nadie les cree, y han provocado una movilización sin precedentes. Han logrado que los jueces den la razón a los ciudadanos suspendiendo la orden de cierre, mientras se resuelven los recursos de los Ayuntamientos de todo signo político, y han provocado la dimisión incluso de concejales del PP”.
La diputada socialista quiso dejar claro a la ministra que el tiempo de respuesta es determinante para atender un infarto, un coma diabético, un shock anafiláctico, un ictus, o una convulsión de un niño. “Si no lo sabe, debería saberlo”, sentenció.
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