El día en el que el meta del Talavera CF jugó con 100.000 pesetas de la época —1977 que equivaldrían hoy a 7.675 euros— entre la espinillera y las medias en un partido de Copa del Rey ante el Hércules de Arsenio Iglesias, y en el que se había anunciado la presencia en el palco del entrenador del Real Madrid, Miljanic y varios jugadores de la primera plantilla. La historieta podría pertenecer al guion de una película del admirado Luis García Berlanga.
No es que nos haya dado ahora por presumir, pero la realidad es que nuestros blogs suelen tener una gran repercusión en nuestro medio, como así ha sido tras la emisión del dedicado a la polémica entre Lor Frontelo y el portero Martín García Muñoz. En contenido ya decíamos que el enfrentamiento entre portero y presidente casi se ha asemejado a aquella otra en la que por aquel entonces se levantó, en la que la polémica futbolística, de chismorreo y discusiones sobre de qué parte estaría la razón, pues en nuestra emisora local, Radio Juventud de Talavera, ha habido dos emisiones que han dado mucho que hablar.
Paradón de Martín con el viejo El Prado abarrotado
El bueno de Martín se ha puesto en contacto con nosotros a raíz de la publicación para hacernos llegar que la información ha provocado que recibiera multitud de llamadas para interesarse por la resolución final del conflicto surgido, especialmente por la deuda contraída y por su negativa a desplazarse a Melilla para jugar la Copa del Rey, aunque creo que por entonces se denominaba Copa de España tras pasar a mejor la vida la conocida como copa del Generalísimo. Ciertamente la resolución final del “teorema” para de película de Berlanga; o al menos de guion. ¿Situación esperpéntica? Nosotros no lo calificamos, simplemente exponemos el suceso y es a ustedes —queridos lectores— a los que les corresponde su interpretación.
Larga y tendida ha sido la charla, sus explicaciones y la singularidad de algunas anécdotas. Y es cierto que determinadas manifestaciones de Teo están cargadas de cierta “maldad”, como las referentes a los jugadores que siendo amateurs —entre ellos Martín— se marcharon al Atlético de Madrid y “perjudicaron al Talavera que no pudo hacer nada por retenerlos porque tenían ficha amateur”. Martín, que en la actualidad cuenta con 69 años, era en esa época un crío de 20, no guarda resentimiento alguno hacia Teo —que como todos conocen ya ha fallecido—; todo lo contrario, y manifiesta de él que "era una persona entrañable y de un gran corazón; pese a aquella polémica nuestra relación fue siempre de amistad y muy cordial”.
Martín titular en una formación de aquel Talavera CF
Sobre su ausencia en el viaje a Melilla, que se realizó en septiembre de 1976, Teo afirmaba que “alegó que no podía desplazarse por sus estudios y no fue. Entonces yo, como profesional que es y que en el contrato se había comprometido a jugar todos los partidos oficiales, le dije que si él no podía cumplir el contrato, había que rebajar algo de la cantidad acordada y llegamos al acuerdo de rebajar las cincuenta mil pesetas citadas”. Sobre este asunto Martín quiere dejar
claro que “yo me encontraba estudiando en la Academia de la Policía y no podía salir de la península de buenas a primeras; necesitaba de un permiso especial para poder hacerlo. En la víspera se había lesionado Vicente del Moral, que era el portero titular, y por narices querían que yo fuese con la expedición. Yo nunca me negué”.
La charla continúa distendida; sin tensión y sin ninguna acidez y menos aún con la idea preestablecida de levantar polémicas. Martín sigue con su detallada exposición. Pues si no vas con el equipo “te multamos” manifestaría el presidente. “Pues me multáis —le dijo Martín— pero yo no me puedo jugar el futuro de mi carrera porque ir sin permiso es arriesgarme a que me expulsen”, concluiría.
Y dicho y hecho, la junta directiva decidió imponerle unas sanción de 100.000 pesetas, que nuestro protagonista justifica así: “Echaron cuentas y dijeron con esta cantidad está saldada la deuda; 25.000 pesetas por cuatro meses que me debían son 100.000. Y a otra cosa mariposa; por supuesto que yo no me conformé porque me parecía que era una multa injusta, además de desproporcionada”.
Espectacular plongeón de nuestro protagonista
De las otras cuestiones que se apuntan en el reportaje, ni Martín ni quien suscribe hemos querido entrar a valorar. Sobre todo porque es agua pasada y se reflejaron en el momento de producirse—hace ya casi 45 años— y recientemente cuando lo hemos vuelto a reeditar. Pero por lo apuntado un poco más arriba —la injusticia de la sanción a la que Martín hacía referencia— tendría continuidad con el paso del tiempo. La eliminatoria copera frente al Gimnástico de Melilla resultaría favorable para los talaveranos que pese a perder 3-2 en el Álvarez Claro, remontaron en El Prado al vencer 3-1 el 27 de octubre de 1976. Como consecuencia del pase de ronda el sorteo deparó un partidazo de segunda eliminatoria, al corresponder al Talavera CF nada más y nada menos que el Hércules de Alicante, que entonces militaba en Primera división y estaba entrenado nada más y nada menos que por el “gallego sabio” Arsenio Iglesias.
La crónica de aquel partido en El Prado
LOS PARTIDOS DE COPA
Es turno, de nuevo, para Martín García Muñoz. El equipo alicantino de los Santoro, José Antonio, Baena, Betzuén, Charles, Aracil, Giulano, Commisso, Sancayetano y Barrios, entre otros, vencía por 4- 1 —en el Rico Pérez— a los Del Moral, Merino, César, Delio, Lage, Espinosa, Angelín, Casquero, Monescillo, Ferrer y Garrido. Éste sería el autor del gol talaverano, mientras Giulano, en dos ocasiones, Sancayetano y Barrios fueron los realizadores herculinos. Era el 10 de
noviembre de 1976. El partido de vuelta sería ya en 1977, en concreto el día 2 de febrero. La presencia de un equipo de Primera división en nuestra ciudad siempre se ha considerado un día festivo; tenemos la prueba reciente de la presencia del Real Betis Balompié —vigente campeón— de apenas hace medio año.
Pese al resultado de ida la ilusión de los aficionados talaveranos se mantuvo siempre. Ni la lluvia caída durante la mañana, ni que se tratara de un día laborable, miércoles, ni el horario de las 14:15 horas de la tarde para permitir que el Comercio —una de las principales fuentes de ingreso en esos años— se perdiera la cita, impidieron que se llenara el viejo campo de El Prado. No hubo goles, pero si el retorno de Martín García Muñoz a la titularidad en detrimento de Vicente del Moral porque así lo decidió José Toht, que a finales del año anterior había sustituido a Alexanco en el banquillo blanquiazul.
Juan Bermúdez, ya fallecido, protagonista junto a Martín de este relato verídico
Un retorno con anécdota, que relata de la siguiente manera nuestro protagonista. “Yo de algún modo tenía puesto mi ojo ese día en ese partido. Del Moral no podía jugar porque creo que estaba lesionado y nosotros estábamos obligados a dar alguna satisfacción a nuestros aficionados porque la temporada no estaba siendo buena y estábamos cuartos por la cola”, nos decía Martín y hemos corroborado en nuestra hemeroteca. Y continúa: “Me negué a jugar si no me anulaban la sanción y me restituían las 100.000 pesetas que me habían birlado injustamente (...) el revuelo que se levantó fue de enormes proporciones y ante la demora para saltar al campo, hasta el árbitro del partido —nada menos que el colegiado catalán de Primera división señor Oliva— se personó en el vestuario a ver qué estaba pasando y para solicitarnos diligencia en salir a jugar. Ni los propios compañeros, con Casquero a la cabeza, fueron capaces de convencerme. Y allí apareció el vicepresidente Joaquín Basilio al que habían requerido para que solventase la situación. O me pagáis las 100.000 pesetas o no juego, cogiendo del cuello al bueno de Joaquín; luego haríamos las paces y hemos mantenido una estrecha relación de amistad y de cariño mutuo. Apenas dos minutos más tarde
apareció Joaquín con el dinero que había ido a buscar a la taquilla”.
¿ASUNTO RESUELTO?
Pues no del todo porque Martín sigue narrando acontecimientos: "Yo no me fío de nadie, que estos son capaces de quitármelo mientras se disputa el partido, por lo que llamé a Gerardo —el masajista— y lo metí en una bolsa de plástico bien atado para que con espadrapo me lo sujetara entre la media y la espinillera. Y con ese apósito tan especial jugué todo el partido, con el temor de tener una lesión y que el dinero saltara por los suelos. ¡Menos mal que no pasó nada”!
Y éste es su relato; interesante y a su vez gracioso, que tan solo sus excompañeros y unos pocos más conocen. Afortunadamente no pasó nada, entre otras razones porque el Hércules de Arsenio venía con los deberes hechos del partido de ida y dejó que corriera el reloj sin arriesgar lo más mínimo con un planteamiento muy defensivo. Martín no tuvo mucho trabajo, mantuvo su portería a cero y además se llevó a su casa 100.000 pesetas de la época. Todo un dineral, sin duda, pero que era suyo porque así se lo había ganado. Y es que además de la anécdota de nuestro protagonista en el choque ante el club alicantino, se registraba otra que después resultó ser falsa, ya que se había anunciado en la prensa que al partido asistiría el entonces entrenador del Real Madrid Miljan Miljanic, al que acompañará la plantilla del primer equipo que el domingo próximo se enfrentaría precisamente al Hércules. Ninguno de todos ellos apareció por el mojado campo de El Prado.
La charla continuaría con otras anécdotas de nuestro protagonista, de las que ya tendremos oportunidad de comentar. De momento, se queden con la presente que como han comprobado tiene su enjundia.
Martín entre Carlos Manrique y Paco Casquero