‘Soy Cicloviajera’ es una comunidad virtual de mujeres de habla hispana a las que les gusta viajar en bicicleta que se fundó el 16 de enero de 2017.
La Voz del Tajo ha tenido la oportunidad de hablar con Iria Prendes, responsable de comunicación de ConBici y artífice del proyecto Soy Cicloviajera, para que nos cuente con más detalle sobre esta iniciativa.
A día de hoy la comunidad tiene cinco años, a los dos años de fundarse surgió la idea de originar una primera quedada en la que tuvieran la oportunidad de no sólo conocer entornos rurales y viajar, sino también de conocer a otras mujeres dentro del ámbito nacional que compartiesen los mismos gustos y aficiones, como es en este caso ir en bici.
La primera quedada, en 2019, fue en Teruel y la segunda en Navalmoral de la Mata. La quedada en ruta que realizan este año es la tercera, la cual hoy ha dado comienzo, las cicloviajeras ya están en Talavera de la Reina y mañana pondrán rumbo hacia la Sierra de San Vicente, volviendo después por el Embalse de Cazalegas hasta llegar de nuevo el domingo 26 de junio a la Ciudad de la Cerámica.
El recorrido es de unos 94 kilómetros en total divididos entre viernes, sábado y domingo.
“Vienen mujeres de todo el territorio español y de todas las edades, la más joven que se ha sumado a nuestras rutas tenía 14 años y la más mayor ronda los 65”, cuenta Iria Prendes.
Todas las quedadas que realizan las gestionan ellas, con ayuda de los ayuntamientos de las zonas por las cuales van a pasar, quienes les ceden una zona en la que ellas puedan acampar. Quitando eso, ellas llevan su propia tienda, comida… “Lo primero es una convivencia entre nosotras, conocernos y ver que hay otras mujeres a las cuales les gusta esta práctica que no es tan habitual ni está tan popularizada”, afirma Iria Prendes, “luego, por supuesto, disfrutar de las zonas rurales y menos pobladas, acercándonos al territorio que recorremos tanto culturalmente como en la parte más humana, hablando e interactuando con los locales”, concluye.
El objetivo de la comunidad es servir de nexo de unión a las mujeres que viajen en bici e introducir a estas en el mundo de los viajes. Primero las mujeres participan en un campus y al año siguiente es cuando se suman a las quedadas. “El campus es un poco como el ‘bautizo’, ya que allí desarrollan herramientas para organizarse ellas solas , saben lo que quieren traer, etc”, explica Iria Prendes.
A través de este video de Youtube diferentes cicloviajeras cuentan sus experiencias, logros y vivencias personales estando en la ruta.