El cambio climático es la mayor amenaza para la salud a la que nos enfrentamos como humanidad.
El entorno ambiental se deteriora o se altera a consecuencia del aumento de la temperatura y/o variabilidad de la humedad, por el efecto conocido como efecto invernadero o calentamiento global.
Pero, ¿cómo afecta el cambio climático a nuestra piel? En palabras de Pedro Soriano, enfermero, docente y más conocido en redes sociales como Enfermero en Red, “desde el punto dermatológico, el cambio climático supondrá un mayor riesgo de cáncer de piel, en torno a un 5-10% estimado para el 2050. Además, también aumentará el envejecimiento cutáneo y otras afectaciones cutáneas como alergias, dermatitis, urticaria, alergias…”.
Aunque el sol tiene efectos beneficiosos científicamente demostrados para la vida animal y vegetal, como el estímulo vasodilatador, efectos psicoestimulantes en la vida del hombre e importantes efectos preventivos de enfermedades como la síntesis de la vitamina D, lo cierto es que “el exceso de exposición solar y por tanto de radiación ultravioleta, puede ser maligna e incluso letal, pudiendo provocar insolación, quemaduras, fotosensibilidad, fotoenvejecimiento e incluso cáncer cutáneo, como el melanoma”, explica Soriano.
Los cánceres de piel más comunes son los que afectan a las células escamosas y a las basales, los denominamos “cáncer de piel no melanoma”. Pero el cáncer que más se conoce es el melanoma, que es menos común que el resto, pero el más agresivo, capaz de invadir y destruir tejidos cercanos y diseminarse por el resto del cuerpo.
Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), cada año se diagnostican en el mundo en torno a un 1.000.000 de casos de cáncer de piel no melanoma que generan unas 65.000 muertes al año.
Enfermero en Red apuesta por evitar al máximo la exposición solar como principal medida para prevenir el cáncer de piel. “Evitar la exposición a los rayos del sol es algo que debemos hacer desde la infancia, ya que la piel es más sensible y tiene efecto memoria”.
¿CÓMO PODEMOS PREVENIR EL CÁNCER DE PIEL?
AUTOEXPLORACIÓN
Con la conocida regla del “ABCDE”. Es un método sencillo que ayuda a identificar señales de alarma mediante la observación del cuerpo. En concreto, los lunares que son asimétricos, de bordes irregulares o poco definidos, de diámetro mayor de 1 cm y de color muy oscuro o incluso de varios colores.
A de Asimetría B de borde C de Color D de Diámetro E de Evolución
ACCIONES MÁS CONCRETA
Evitar la exposición directa durante las 10:00 y las 16:00 horas. Saber que a mayor altura sobre el nivel del mar, mayor será la radiación a la que estamos expuestos.
Revisar el uso de fármacos que son fotosensibilizantes, como pueden ser los antibióticos, antiinflamatorios, etc.
No utilizar colonias ni desodorantes antes de la exposición solar, ya que pueden ser fototóxicos.
Realizar cambios en el estilo de vida, disminuyendo la exposición a la radiación. Recordar que aunque esté nublado, la radiación ultravioleta sigue siendo alta. - Los reflejos de la radiación se pueden sumar a la radiación a la que estamos expuestos. Algunos ejemplos son un 5% más en el césped, 10% más con el agua, 25% más junto a la arena de la playa y hasta un 80% en la nieve.
Beber abundante agua, antes, durante y después de la exposición solar.
Fomentar el uso de ropa de material fotoprotector.
Utilizar de manera regular cremas solares de amplio espectro para las radiaciones UVA y UVB con un factor de protección 50 SPF y reaplicar de manera regular la crema solar cada dos horas, especialmente tras el baño para asegurar la protección.
Tras la exposición solar, es conveniente ducharse e hidratarse bien la piel con cremas y lociones corporales.