La negociación del convenio colectivo de la Limpieza de Edificios y Locales de la provincia de Toledo se rompió ayer ante la negativa patronal a aceptar ninguna de las alternativas propuestas por la parte social.
Los sindicatos representativos, CCOO del Hábitat y UGT-FeSMC, anuncian movilizaciones de creciente intensidad, que además se extenderán previsiblemente en las próximas semanas a las otras tres provincias de la región con los convenios caducados y las mesas de negociación aún abiertas, Ciudad Real, Guadalajara y Cuenca.
En Toledo, donde el convenio afecta a unas 5.000 personas, casi todas mujeres, la ruptura llegó en la séptima reunión, celebrada ayer en la sede del jurado arbitral.
La parte social planteó distintas propuestas: un convenio a dos años con subidas salariales del 4% en 2022 y del 3% en 2023; a tres años con incrementos anuales del 3% y revisión salarial al finalizar la vigencia solamente para actualizar tablas si el IPC de los tres años supera el 9%, sin devengo de atrasos; o un convenio a cuatro años con subidas del 2,5% los dos primeros y del 2% los dos últimos y revisión salarial al final del cuarto año, actualizando las tablas si el IPC de todo el periodo supera el 9% y devengo del 50% de los atrasos.
En este caso, que los sindicatos estaban dispuestos a adaptar ampliando la vigencia hasta los cinco años, se incluiría también la reducción de la jornada semanal en una hora en 2023 y otra hora en 2025, dejando dichas jornadas en 38 y 37 horas semanales respectivamente.
Las dos patronales representativas, la estatal ASPEL y la Asociación Provincial de Empresarios de Limpieza de Edificios y Locales de Toledo, se limitaron a rechazar la posibilidad de incluir clausula de revisión de ningún tipo y en ningún caso; y ni siquiera valoraron la propuesta de convenio corto a dos años con un incremento salarial global del 7% y sin cláusula de garantía. Tampoco aceptan la reducción de jornada a largo plazo reivindicada por la parte social.
Ante esta posición patronal, los sindicatos dieron por rota la negociación y anunciaron que emprenderán las “acciones jurídicas y sindicales que estimemos oportunas en aras a defender a un sector que, después de lo que ha entregado en las malas, se encuentra con estos injustos planteamientos patronales".
“Vamos a ir inevitablemente a una campaña de movilizaciones crecientes. Que, además, mucho nos tememos que se extenderá a las otras tres provincias de la región con las mesas de negociación abiertas, puesto que la patronal Aspel las va a ir bloqueando una tras otra".
Aspel, que agrupa a las grandes empresas del sector -Eulen, Clece, Serveo, Valoriza… cada una de ella integradas en uno de los grandes grupos hispanos de la Construcción: ACS, Acciona, SACYR, OHL, etcétera- “va imponiendo sus posiciones a todas las patronales provinciales e impidiendo cualquier posible acuerdo”, señalan los sindicatos.
“Las asociaciones provinciales, que representan a pequeñas empresas y pequeños empresarios, sí están más dispuestas a reconocer el valor del trabajo, pero en las mesas de negociación se achantan, callan y asienten a todo lo que diga Aspel.”
“La que ordena y manda es la patronal de las grandes empresas, que son las que dominan el sector y se adjudican los mayores contratos; y que tienen por principio exprimir al máximo a las trabajadoras. Así tienen más ganancias para repartirse entre sus directivos y para hacer felices a sus accionistas engordando los dividendos.”